Por: Luis Córdova
Los moradores de Sabana Perdida (porque según la prensa quienes viven en sectores pobres eso son, moradores), pidieron disculpas por agredir al manatí Juanita.
Mala suerte para el mamífero. Encalló entre alambres de púas y cada golpe que fue a parar en su cuerpo se convirtió en un ensordecedor grito de la ignorancia de los más jóvenes, sí los que crecieron en la «era del conocimiento» y cuya sabiduría no alcanza para comprender su bestial existencia.
Del otro lado una famélica declaratoria del Ministerio de Medio Ambiente que supuestamente someterá a la justicia a los responsables.
¿Responsables?
Mientras se averigua el caso esperamos que ella, Juanita, jamás vuelva.