El gobierno, el PRM y su líder, Luís Abinader, han demostrado que tienen muy buenos asesores y estrategas políticos.
Eficientes, efectivos y con recursos económicos disponibles, los errores han sido mínimos.
Por eso, me sorprende el manejo inadecuado, desde mi punto de vista, del oficialismo con la última jugada política de la oposición.
Desde que se anunció la actividad de la alianza opositora Rescate RD, los gobiernistas la apuntalaron con sus ácidas y virulentas críticas.
Encumbrados dirigentes del PRM y simples militantes, tomaron las redes sociales para censurar y mofarse de ese pacto opositor.
Creo que ha sido una reacción excesiva y sin sentido.
En el escenario electoral actual, pensé que los funcionarios del PRM actuarían con más prudencia, silencio y hasta indiferencia.
Si la alianza opositora Rescate RD buscaba dar un golpe de efecto mediático, lo logró mayormente por la gran contribución hecha por el oficialismo a su promoción.
La actividad encabezada por los expresidentes Leonel Fernández y Danilo Medina, Abel Martínez y Miguel Vargas Maldonado, tuvo un gran impacto en la opinión pública.
Las incesantes críticas, en ocasiones, benefician al adversario.