REVOLTILLOS
Cerco perverso contra Venezuela
Se ha creado un cerco perverso en torno a Venezuela y particularmente en contra de su legítimo presidente Nicolás Maduro. Resulta a todas luces difícil tipificar cuál de los tres componentes de dicho cerco, el mediático, político o económico, es peor en sus consecuencias, aunque en la estrategia de conspiración las tres fichas son manejadas de forma integral. Los que conspiran contra Venezuela tienen claro que es esencial contraponer, arrojar al pueblo contra el gobierno de Nicolás Maduro, y por esa razón atacan las áreas más sensibles, las que mayor irritación popular provocan, aquellas que golpean en la madre a la gente de a pie, acciones que son combinadas con campañas de manipulación mediáticas, diseñadas fueran de las fronteras venezolanas, las que se conectan con el componente político para vender la imagen de un gobierno fraudulento, dictatorial, insensible, corrupto y que tiene a los venezolanos sumidos en el hambre y la miseria. El cerco económico tiene por meta provocar la más profunda escasez de artículos, alimentos y medicinas de consumo masivo, lo que explica que los importadores cerraran sus negocios, que se impongan sanciones cada vez más drásticas por parte de Estados Unidos, mientras en el plano interno intencionalmente se provocan mermas sensibles en la producción. El Departamento del Tesoro ya anunció que solo permitirá hasta el próximo 28 de abril que los estadounidenses realicen cualquier compra de petróleo y sus derivados a PDVSA, mientras el secretario de Estados ha dicho con claridad meridiana que su interés es que el petróleo venezolano sea manejado por compañías norteamericanas. Aunque muchos no quieran verlo, se está ante una acción criminal que golpea despiadadamente al pueblo como forma de acorralar al gobierno y cuyo trasfondo se reduce al interés del imperio de asumir el control del petróleo venezolano y de las grandes reservas de gas, oro y otros minerales de gran valor. Lo penoso de todo esto es que, como borregos, gobiernos y Estados se presten a servir al juego sucio del imperio para lo que invocan argumentos y justificaciones que no resisten la más mínima prueba de racionalidad. Yo pregunto, ¿Qué usted cree pasará en mi país si tan solo por dos meses son paralizadas intencionalmente las importaciones de combustibles procesados, petróleo, medicamentos, pamper, leche, grasas comestibles, materias primas, alimentos en sentido general, al tiempo de que se provoca la caída de la producción interna en sentido general? (continuará).
El compló de la mafia político-militar de Haití contra su pueblo
A nadie sorprende los resultados de una auditoría practicada en Haití al programa Petrocaribe y donde sale a relucir el manejo mafioso de más de 4 mil millones de dólares entre 2008 y 2018. Por situaciones como esa es que siempre he sostenido que la mejor defensa que podemos hacer a favor del sufrido pueblo haitiano, radica en ayudar a que su país asuma tareas puntuales orientadas a mejorar la calidad de vida de la gente, a superar los acuciantes niveles de desempleo, inequidad y extrema pobreza, para lo que se emprendan programas y planes de corto, mediano y largo plazos, orientados a impulsar el desarrollo de su economía y los participen los países que tienen deuda con la sufrida nación. Las condiciones inhumanas en que vive más del 90 por ciento de la población haitiana nada tienen que ver con la providencia divina, ni se trata de castigo celestial alguno contra esa sufrida gente, sencillamente es la consecuencia lacerante del pillaje que ejerce una claque de apenas el 3 por ciento de la población, que integran mafiosos militares y políticos, que ha hecho de la ignominia de un pueblo la formula de acumulación de sonantes riquezas e irritantes privilegios. Lo que pasa en Haití es inducido, las condiciones prevalecientes de subsistencia son la consecuencia de lo expuesto, de manera que la solución no está de este lado de la frontera, como asumen muchos de aquí y de allá, sino en empujar los cambios internos y provocar el establecimiento de una real democracia donde el interés común suplante el pillaje de los grupos mafiosos que controlan la empobrecida nación. Es una irresponsabilidad seguir impulsando la idea de que esta parte de la isla encarna la solución para un pueblo víctima de un reducido porcentaje, que le condena a vivir como salvajes aminales. Más que defender la importación de pobreza, enfermedades, demandas de servicios y otros lastres que nuestro país no reúne condiciones para encarar, lo importante sería que los fariseos, esos expertos en manipulaciones mediáticas que sirven a intereses espurios a cambio de monedas sucias y hediondas, emprendan acciones de acompañamiento y concientización que permitan encausar a esos oprimidos a la toma definitiva del poder político en Haití. Esa sería la mejor formar de manifestar el apoyo sincero al pueblo haitiano.
Es cháchara barata criticar al país por participar en las ferias turísticas internacionales
La apertura de los mercados internacionales y las competencias que los diferentes actores de negocios practican en estos, dejaron atrás las viejas políticas de aislamientos y con ellas las porfías que politiqueros e ignorantes establecían respecto a que si se debía o no participar en eventos que tienen como escenarios otras naciones del mundo. Hasta los gobiernos de Leonel Fernández, el país permaneció de espalda al mundo y sectores como el turismo, no tenían ninguna promoción internacional lo que le mantenía fuera de competencia ante otros destinos del Caribe y América Latina en sentido general. Todos recordamos que al principio se criticaban los viajes al exterior del presidente Fernández para participar en cumbres y reuniones de alto nivel, lo que también ocurrió al principio con la participación del Ministerio de Turismo, junto a importantes actores del sector, en ferias y eventos de significativa importancia para promover, dar a conocer, los atractivos con que cuenta el destino Republica Dominicana. Gracias a Dios esas conductas atrasadas fueron superadas a base de realidades que tienen sus mejores huellas en lo que somos hoy y lo que hemos alcanzado, convertirnos en el principal destino turístico del Caribe y uno de los más visitado en toda Latinoamérica. La más reciente muestra lo representa la ventajosa participación en FITUR 2019, celebrada a finales de enero en España, de donde el país obtuvo logros que pocos pueden exhibir. Acuerdos para construir 7 nuevos hoteles, renovación y firmas de nuevos convenios con líneas aéreas y turoperadores, obtención de dos premios internacionales, reconocimientos y lo más envidiable: Haber sido seleccionado entre 165 naciones como socio y primer acompañante de FITUR 2019. No queda nada más que destacar el empeño que el ministro de turismo, Francisco Javier García, pone a cada desafío que para el país encarnan las ferias turísticas internacionales, así como reconocer al presidente Danilo Medina su apuesta decidida al turismo criollo. Lo diferente que pudiera aparecer no pasa de ser pura cháchara.