Fui a votar a mi colegio electoral, trasladado del colegio de La Salle a escuela de Bellas Artes, a las 9 de la mañana.
Recibí un trato amable, eficiente y sonriente del personal de la Junta Central Electoral (JCE) que me atendió.
Regresé de inmediato a la casa porque de Telemedios, canal 25, se comunicaron conmigo para que recibiera, a las 12 del mediodía, un equipo de reporteros.
El interés del canal era que evaluara lo ocurrido en horas de la mañana en el proceso de votación para elegir nuestras autoridades municipales.
Eso me obligó a realizar un rápido recorrido por varios centros de votación, en el que comprobé la tranquilidad con que se llevaban a cabo las elecciones y baja participación de votantes.
Luego de conversar con dos amables reporteras y un camarógrafo de Telemedios, salí con tres amigos a un segundo recorrido por diferentes puntos de la ciudad de Santiago.
Cuando llegamos al centro de votación en la escuela Emma Balaguer, en Cienfuegos, y vi la aparatosidad y lo que hacía un equipo del director de Santiago Oeste, Eddy Báez, desde sus vehículos, pedí regresar a casa.
Me alarmé, me impactó, y le dije a uno de los amigos antes de salir de ahí: «graba eso con tú celular».
Preferí el silencio, en televisión y radio no hablé de lo que vi en Cienfuegos y otros lugares.
Estoy absolutamente convencido de que, si el liderazgo político y la JCE no frenan esas trampas, el sistema electoral y político colapsarán en un tiempo no muy lejano.
El asunto está tocando fondo.