Gracias a mis amigos por revivirme el deseo de escuchar a Serrat, Santa Rosa, Juan Luis y Segura.
Gracias a mis amigos por devolverme el deseo de ver Netflix, béisbol, básquetbol y Djokovic.
Gracias a mis amigos por florecerme el deseo de conversar, discutir, escuchar sus penas y alegrías y sobre todo sus hiperboladas anécdotas.
Gracias a mis amigos… A mis amigos gracias.