Como hombre de Estado, mis primeras palabras son de respeto para la majestad encarnada en la Presidencia de la República, porque en una institución de la que todos tenemos que ser centinelas celosos e imperturbables; sin embargo, cuando el ente en cuyo pecho posaron los símbolos de esa institución se sustrae de esa majestad, entonces genera reacciones correspondientes.
En el caso que nos ocupa, generado por el término RATA, utilizado por el ex – presidente Danilo Medina como adjetivo en un especial contexto político, para referirse a quienes en diferentes momentos entramos en un proceso de reflexión respecto a la permanencia o no en el partido político cuya presidencia ostenta, lo considero políticamente desafortunado.
Al escuchar el referido adjetivo y los destinatarios que fuimos “favorecidos” con el mismo, vino a mi mente la célebre frase del gran filósofo y matemático inglés Beltrand Russell: “El León y la pantera son inofensivos; en cambio, las gallinas y los patos son animales altamente peligrosos, decía una lombriz a sus hijos”. En el contexto que nos ocupa, que no es de laboratorio, RATA equivale al más despiadado adjetivo que puede proferirse contra una persona. Las ratas pican, muerden, contaminan, transmiten enfermedades mortales, son repugnantes, asquerosas y más; por tanto, en mi caso, y probablemente en el de otros ciudadanos aludidos, guardan silencio ante una ofensa de esa magnitud tiene más de cobardía que de prudencia.
Hablar de ratas en el PLD exige estándares de honestidad de la cual deriven juicios de valor creíbles para la sociedad dominicana; y esta sociedad perfectamente conoce, que los patos y gallinas que han volado o permanecen en el litoral político del presidente Danilo Medina no son las ratas; sino, los leones y panteras de sus orbitales más cercanos, a quienes el rumor público y no público les atribuye acumular riquezas y fortunas aritméticamente imposibles de cuantificar.
Con la presente declaración no estoy dando apertura a debates ni controversias de ningún grado, simplemente es una reacción a un calificativo cruel, injusto e inoportuno. Por esto, si posterior o inmediatamente, el mismo presidente Medina o alguien de su entorno más cercano desea reflexionar o emitir juicios de valor respecto a la situación actual del PLD, respetuosamente le recomiendo tomar como referencia las palabras con que el Premio Nobel de la Paz Oscar Arias tituló el discurso que pronunció en la Quinta Cumbre de Las Américas, celebrada en Puerto España, Trinidad y Tobago, 17-19 2009. Estas palabras son: “ALGO HICIMOS MAL”.
[contact-form][contact-field label=»Nombre» type=»name» required=»true» /][contact-field label=»Correo electrónico» type=»email» required=»true» /][contact-field label=»Web» type=»url» /][contact-field label=»Mensaje» type=»textarea» /][/contact-form]