CALIFORNIA. Dos fuegos que arrasan el norte de California se convirtieron este lunes en el mayor incendio registrado en este estado de la costa oeste de Estados Unidos, dijeron las autoridades.
La agencia Calfire indicó que la unión de los incendios River y Rancho, bajo el nombre Mendocino Complex, apenas contenido en un 30%, incineró un área de 114.850 hectáreas, prácticamente el tamaño de la ciudad de Los Angeles. Este incendió se cobró la vida de dos personas.
“Un sistema de alta presión trajo clima más caluroso, seco, y fuertes vientos a la región” este lunes, dijo Calfire en su último reporte.
“Los equipos de bomberos intentarán aprovechar en la noche un descenso de la temperatura para aumentar la supresión y mantener las actuales líneas de contención”, agregó.
Se trata del segundo fuego que bate récords en California, el estado más populoso y propenso los a incendios de Estados Unidos, luego del incendio Thomas en diciembre de 2017, con 112.757 hectáreas arrasadas.
Aunque mayor en extensión, el Mendocino Complex no ha sido tan devastador como el incendio Carr -también en el norte-, que ya quemó 65.760 hectáreas, se cobró la vida de siete personas y redujo a escombros más de 1.600 estructuras, incluidos 1.000 hogares. Su intensidad generó incluso un tornado de fuego.
Se generó debido a una “falla mecánica de un vehículo” y es considerado el sexto más destructivo de la historia de California. Está contenido en un 45%.
Más de 14.000 bomberos combaten las llamas en 16 incendios disperdigados a lo largo del estado, y la temporada recién termina en diciembre.
“Son extremadamente rápidos, extremadamente agresivos, extremadamente peligrosos”, dijo dijo Scott McLean, jefe adjunto de Calfire, al diario Los Angeles Times. “Miren lo rápido que creció en tan solo días. Miren como el Mendocino Complex creció así de rápido, son cosas que no ocurren” usualmente.
“Las evacuaciones continuarán”
Los bomberos los combatían el Mendocino Complex apoyados por helicópteros y aviones -incluidos dos gigantescos DC-10 y un 747- que lanzaban agua encima de las llamas.
El objetivo de los bomberos es proteger a las comunidades aledañas, que fueron evacuadas: 9.300 estructuras están amenazadas por el fuego, de las cuales 75 residencias ya quedaron destruidas.
“Las evacuaciones continuarán hasta que sea seguro”, dijo el domingo el sheriff Brian Martin, sin especificar el número de personas que habían abandonado sus hogares.
Otro gran incendio, bautizado Ferguson, obligó al cierre de parte del turístico parque Yosemite y estaba controlado en apenas 38%.
Y para esta semana el pronóstico del tiempo no es nada alentador: mucho calor y poca humedad, lo cual contribuye para la expansión del fuego.
El Pentágono anunció el lunes que enviaría a 200 soldados para ayudar a los bomberos en el combate de los incendios, muchos de los cuales alcanzaron tierras federales.
El gobierno estadounidense ya había enviado cuatro aviones de carga adaptados como cisternas.
Algunos grupos de las miles de personas evacuadas, fueron autorizadas a volver a sus casas.
El presidente Donald Trump atribuyó la destrucción causada por los fuegos a las “malas leyes ambientales”, sin mencionar a los evacuados o muertos en el infierno.
“Los incendios en California están siendo magnificados y empeorados por las malas leyes ambientales que no permiten que se utilicen adecuadamente las grandes cantidades de agua fácilmente disponibles”, tuiteó el domingo.
El mandatario estadounidense recibió críticas en todo el mundo el año pasado cuando retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre clima para combatir el calentamiento global.