En mis esporádicos diálogos con dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) a todos los niveles, empiezo a observar una gran impotencia ante la imposibilidad de evitar el colapso definitivo de la unidad de su organización.
Son tan radicales las posiciones que hacen pensar lo peor, incluyendo salir del poder en las elecciones del 2020. He escuchado impactado expresiones como: «si hay reelección, habrá división». Y: «para que vuelva Leonel, es mejor perder».
Hay motivos más que suficientes para que el miedo y la ansiedad ganen cada día más espacio entre la mayoría de los peledeístas que aman su partido, que les duele lo que ocurre actualmente y que empiezan a ver con asombro como se deteriora su unidad.
Hay cuatro factores que han hecho del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) la organización política más exitosa del país pero uno de ellos, la unidad, se aleja en medio de la incertidumbre y de la falta de un arbitraje que salve la situación.
La unidad, la estabilidad económica lograda en sus sucesivos gobiernos, la debilidad y fragmentación de la oposición y sus efectivos programas sociales (clientelismo), han hecho del PLD una fuerza política tan poderosa que se llegó a pensar que era invencible.
Aunque la oposición sigue siendo débil e incapaz de aprovechar los graves errores del PLD y el país goza de estabilidad económica y política, por primera vez el buque insignia del partido fundado por Juan Bosch, la unidad, amenaza con expulsarlo del poder.
Y el pánico acecha en los hogares y oficinas de sus fieles, apasionados y entregados militantes y simpatizantes, que no se explican cómo la serena, sosegada y controlada emocionalmente alta dirigencia está llegando tan lejos en sus diferencias.
A pesar de que es «hijo del PRD», era difícil imaginar que con la disciplina, el respeto, la solidaridad y la unidad que siempre imperó en el PLD, hoy la palabra división pueda salir de la boca de un dirigente de ese partido.
Hoy día la ventaja electoral del PLD hacia el 2020 no está en duda, no se vislumbran problemas mayores en el manejo de la economía y los programas sociales del gobierno continúan teniendo un fuerte impacto positivo en amplios sectores de la población.
El pánico lo origina el resquebrajamiento de la unidad, la falta de disciplina, los conflictos y diferencias debatidos en los medios de comunicación, lo que crea tensiones, ansiedad e incertidumbre en la militancia morada y en la opinión pública.
Y el miedo es mayor porque la percepción generalizada entre los peledeístas y en la opinión pública es que es un pleito entre el presidente Danilo Medina y el ex-presidente Leonel Fernández y que lo que está en juego es el control del poder a partir del 2020.
En un escenario así, ¿quién puede ser árbitro si están enfrentados los dos líderes más influyentes del país?.
Sería muy lamentable para el PLD y para la República Dominicana que ellos dos, Danilo y Leonel, no se entiendan y que finalmente la falta de unidad los expulse del poder.