El PRM sigue sin definir las candidaturas a la Senaduría de Santiago y el Distrito Nacional.
Las dos plazas políticas más emblemáticas del país.
Creo que lo que ocurre con la senadora Faride Raful es injusto, lamentable y un peligroso juego político.
Su limpia historia está ahí, no tengo que abundar sobre sus aportes al PRM.
Lo de Santiago es muy parecido a una telenovela o a una película de suspenso.
El hermético Eduardo Estrella dice que no quiere ser candidato otra vez, pero el PRM no escoge su sustituto porque espera que «eche para atrás».
Aunque son plazas electorales influyentes y de una gran proyección política, el partido de gobierno tiene escenarios distintos en el Distrito Nacional y Santiago.
En la capital (DN) se enfrenta a una oposición unificada y con un candidato, Omar Fernández, con una ascendente simpatía electoral.
Joven, buena imagen, hijo de un influyente expresidente y de exquisita sencillez y amabilidad.
En Santiago, la alianza Rescate RD se presentaría con dos candidatos, dividida, y eso le pone en bandeja de plata la Senaduría al PRM.
Si finalmente Marino Collante es candidato del PLD y Demóstenes Martínez de la Fuerza del Pueblo (FP) y el PRD, el PRM estaría en cómoda ventaja.
Aún así, la indecisión para escoger sus candidatos en el Distrito Nacional y Santiago juega en contra del partido oficialista.
Son dos plazas políticas donde no se debe improvisar.