La ley de partidos en la Cámara de Diputados tiene tres escenarios posibles: que sea enviada a una comisión especial apoderada de dos proyectos más y la fusionen, que la comisión decida trabajar con lo aprobado por el Senado o que el proyecto sea liberado de trámites legislativos y la discusión se dé en el hemiciclo.
En cuanto la ley de partidos sea aprobada en segunda lectura en el Senado, constitucionalmente deberá ser conocida en la Cámara de Diputados donde aprobar el modelo de primarias abiertas no resultaría tan fácil como en el Senado, por la alta representación de la oposición política y la diferencia de criterios del oficialismo sobre el tema.
Aunque liberarla de trámites es una opción, es poco probable que ocurra pues el presidente de la Cámara Baja, Rubén Maldonado, no favorece las primarias abiertas.
En la comisión especial integrada por 13 diputados, la mayoría apoya las primarias cerradas o en su defecto, dejar a los partidos en libertad de escoger el método que prefieran. Siete de estos miembros firmarán el informe favorable sobre la pieza, frente a seis que rendirían un informe disidente.
Los diputados que firmarán el informe favorable son los peledeístas Henry Merán, Hamlet Melo y Adalgisa Pujols. Por el PRM Alfredo Pacheco y Víctor D’ Aza; Máximo Castro Silverio, PRSC y Fidel Santana por el Frente Amplio.
Mientras que los que someterían un informe disidente son los peledeístas Radhamés Camacho, Miriam Cabral, Plutarco Pérez, Gustavo Sánchez, Dilepcio Núñez y Radhamés González, del PRD.
En el hemiciclo la situación no será muy diferente. La matrícula completa de los diputados es 190 y por tratarse de una ley orgánica, se necesitarían, si asisten todos los diputados, 127 votos para pasarla, votos que ninguna de las dos posiciones tiene.
Se aprobó en 2015 dejando a partidos libres
En el 2015 se aprobó por primera vez en la Cámara de Diputados la ley de partidos que luego perimió en el Senado de la República.
En esa ocasión la iniciativa se sancionó dejando a los partidos en libertad de elegir el tipo de primarias de su preferencia para los procesos internos, tal como lo propone la Junta Central Electoral en el proyecto