Cero mora, 100% accesibilidad y 100% transparencia. Tres metas irrenunciables en las que trabajar este 2023. Para el presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Luis Henry Molina, el año arranca lleno de posibilidades. Imposible, sin embargo, arrancarle una opinión sobre los planes de un Ministerio de Justicia.
-¿Qué depara el 2023 al Poder Judicial?
Tengo el sentimiento de que, aunque hay tantas dificultades, hay otras tantas oportunidades para el país, para la gente y para el Poder Judicial. Tenemos que centrarnos en esas oportunidades y en este momento, en pocas cosas que podemos realizar. No significa que no sean grandes cosas, pero que sean pocas. Si usted me pregunta cómo me levanto cada mañana, como dicen los jesuitas como “principio o fundamento”, sería una justicia al día para garantizar la dignidad de las personas. Se puede desarrollar una encíclica.
-¿Cómo se aplica eso concretamente al Poder Judicial?
Cuando hablamos de garantizar la dignidad de las personas, en el Poder Judicial hablamos de pasar de eso que era el expediente a que tenemos un ser humano frente a nosotros que viene para solucionar un problema. Cuando la gente llega a la justicia, es porque tiene un problema y requiere de alguien que redima ese problema. Las personas quieren que se resuelva lo más rápido posible y es porque piensan que si no se resuelve rápido, es porque no hay justicia, y tienen razón. Justicia tardía no es justicia. Por eso, nuestro primer objetivo es lograr la cero mora en el Poder Judicial. Eso significa que cada uno de los integrantes del Poder Judicial esté consciente de que no puede haber retardo en los procesos.
¿La Suprema lo cumple?
La Suprema Corte debe ser la primera al tanto de ello. Por eso ni en la segunda ni en la tercera sala hay un expediente con más de seis meses y en la primera sala quedan algunos expedientes que tienen más de un año. Eso nos va a llevar este año con la noticia de que ya se aprobó la Ley de Casación y esa ley nos va a permitir que este gran esfuerzo que se ha hecho se pueda mantener. ¿Qué significa eso? Que la Suprema tiene la autoridad moral de exigir a los tribunales del país que no haya mora. La cero mora es un planteamiento que vivimos, luego filosofamos y, luego, lo predicamos.
-Esa será una batalla larga.
Será una batalla más rápida que como era antes, porque al mismo tiempo tenemos la Ley de Usos de Medios Digitales, que va a facilitar el proceso.
-Suena muy bien, pero… ¿qué pasa con los abogados cuya estrategia es precisamente dilatar los procesos?
Eso es parte de lo que tenemos que trabajar, pero es que todos estos procedimientos fueron pensados para el siglo XIX y XX, y tenemos que llevarlos hasta el XXI, hacer que la Justicia pase a este siglo. El segundo objetivo para nosotros es garantizar un 100% de accesibilidad a las personas. Cuando alguien va a un tribunal, espera que lo atiendan como cualquier servicio hoy, de carácter moderno. Si se pueden resolver cosas por internet o teléfono, ¿por qué en el Poder Judicial no se puede? ¿Por qué si voy a un tribunal, me recibe un policía y no una persona que pueda ayudarme? ¿Por qué, si llego a un tribunal y tengo una discapacidad motora, no puedo entrar con silla de ruedas? ¿Por qué si me han violado, debo estar expuesta a un proceso de revictimización? Las tecnologías nos sirven para garantizar mejor acceso de las personas a todo el servicio de administración de justicia.