«Lo sacaban (del colegio) en camionetas blindadas, lo llevaban a fincas de recreo lujosas que no tenía ni idea dónde quedaban», denunció su madre tras conocer las cartas que dejó.
Patricia Osorio, madre de Daniel, un joven de 21 años que se suicidó en Bogotá [Colombia] en mayo de 2017, denunció que su hijo fue presuntamente violado sexualmente en el colegio San Viator, por curas de la institución, donde estudió varios años.
Daniel se quitó la vida al lanzarse de un décimo piso, en el edificio en el que vivía su hermana ya casada. Al momento del suicidio llevaba una carta en el bolsillo en la que relataba los abusos que había sufrido y la cual fue decomisada por la Fiscalía para averiguaciones, afirmó la mujer en declaraciones a W Radio.
En una de las cartas, señala la madre, su hijo decía: «Me querían convertir en una prostituta«.
Osorio denunció específicamente al sacerdote Carlos Luis Claro Arévalo, quien fungía como rector mientras su hijo estudiaba en el San Viator. «Él debe conocer todo lo que ocurrió en estos años», señaló la madre, quien precisó que Daniel «aparte de haber sido abusado por un cura, continuó el abuso por otros curas fuera del colegio (…) lo llevaban en camionetas blindadas, lo llevaban a fincas de recreo que él ni siquiera sabía donde quedaban», comentó la mujer, de acuerdo a los relatos del joven en la carta.
También denuncia al sacerdote Albeyro de Jesús Vanegas Bedoya, quien se convirtió luego en rector de la institución y tenía antecedentes de abuso. «Él abusó de un niño en Gimnasio Los Pinos«, cuando trabajó en ese colegio y tras el escándalo se incorporó a San Viator, dijo.
La madre de Daniel señaló en la entrevista que decidió denunciar recientemente ante los medios la situación, debido a que la Fiscalía no se ha pronunciado hasta el momento sobre el caso de sus hijo.
«Estoy cansado de esta vida»
Daniel ingresó al colegio San Viator de Bogotá a los nueve años, al tercer grado de básica. De acuerdo a su madre tuvo un magnifico rendimiento académico. Sin embargo, al pasar a bachillerato, sus notas comenzaron a decaer y su comportamiento comenzó a cambiar, convirtiéndose en un chico inseguro y distraído.
Así, le pidió a su madre que lo cambiara de colegio, en varias ocasiones. «Intenté en colegios por todo Bogotá, buscando una institución del mismo nivel. Pero no lo recibían porque solo aceptaban a los que habían estado desde primaria. Hasta que definitivamente él me dijo: ‘No bregues más, me tocará continuar porque no me dan el cupo'», contó la mujer.
Daniel tuvo un primer intento de suicidio, se tomó «unos tranquilizantes, pero la mamá se da cuenta y lo alcanza a llevar al hospital. Le salvaron la vida», dijo al diario El Tiempo Julián Quintana, abogado de la familia.
En esa ocasión, hurgando entre las cosas de su hijo, Osorio encontró una carta, publicada en Blu Radio, que decía: «Mamá: hoy llegó el día de decir adiós. Gracias por todo lo que me brindó. Me voy porque estoy cansado de esta vida que tengo. Yo jamás pedí venir al mundo y mucho menos tener todos los trastornos psicológicos y afectivos que me hacen sufrir y no me dejan progresar. Y desde niño fui abusado en el colegio. Solo le pido que no me busque. A donde voy, voy a estar bien».
Daniel Eduardo Osorio tenía 21 años cuando decidió lanzarse desde la azotea de un edificio,Tras Ser Abusado Sexualmente!
«Me querían convertir en una prostituta», escribió Daniel Osorio.
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Tras ese episodio, Daniel recibió el apoyo de sus madre. Pero el joven no logró recuperarse. «La vergüenza y miedo terminaron primando», dijo la mamá, quien precisó que, además, su hijo había recibido amenazas de muerte de su abusador.
Otra denuncia
Luego de este relato de Osorio, W Radio recibió la denuncia de otro joven, conocido como Nicolás Machete Hernández, quien dijo que en octubre del año pasado, el sacerdote Vanegas Bedoya abusó de él, cuando lo citó a su oficina.
«Él me alza, me pone en sus piernas, y lo que hace es besarme«, mencionó Machete.
Después de estas denuncias, este lunes, el sacerdote Vanegas Bedoya renunció a su cargo como rector del colegio San Viator. En la carta, publicada por la institución, dice que se aparta de su puesto para «permitir toda la transparencia posible en las investigaciones».