Por: Ramón Bierd (Chayanne)
Un concierto cargado de emociones, canciones, sorpresas, luces y sonidos, que llenaron todas las expectativas de los asistentes que abarrotó el templo cultural de Santiago.
Santiago, Rep. Dom.- La sala Julio Alberto Hernández del Gran Teatro del Cibao, fue el escenario para que Robert Guzmán, «La Voz», expusiera todo su talento, en su espectáculo llamado «Mi primer Concierto«, ante un público que quedó rendido a sus pies desde que escuchó las primeras notas de su primera canción «Voy a ser grande«, que presagiaba una noche inolvidable, llena de esplendor, con luces, sonido y una vistosa escenografía, para que Robert, se creciera a sus anchas y demostrara, porqué se le llama… «La Voz».
Acompañado magistralmente por el maestro Rafelito Mirabal y una orquesta de cinco músicos y dos coristas, continuó con otras interpretaciones las cuales fueron grandes exitos en voz de afamados artistas nacionales y extranjeros, las cuales el público presente, cantó y tarareó junto a él, tales como, «No me doy por vencido«, «La mejor de todas«, «Adiós amor«, «Vive» y «Dominicano Soy«.
Visiblemente emocionado, Robert Guzmán, agradeció a Dios, a sus padres y al público presente, su respaldo y su complicidad para la realización de éste encuentro musical, el cual llamó «Mi primer Concierto«, para luego llamar a su primera invitada de la noche, Alexa Daga, ganadora del tercer lugar del concurso «Pequeños Grandes Talentos» que organiza el productor de televisión Iván Ruíz, en «El Show del Mediodía» y donde Robert, fue el ganador del primer lugar en su más reciente versión.
Con un variado y atinado vestuario, que engalanó toda la noche y el cual cambió en más de una ocasión, solicitó la presencia al escenario de la ganadora del segundo lugar del mencionado festival, Danna Guzmán, quien realizó una excelente interpretación que fue muy aplaudida por el público, dando paso a una canción cristiana llamada «Aleluya«.
La noche continuó con gratas sorpresas y Guzmán sube a escena a su hermana Roseline y juntos cantan la «Bikina«, dejando una muy grata impresión entre los asistentes, quién la premió con un encendido y prolongado aplauso, para luego dar paso a un momento de emotividad cuando «La Voz», llama a su amado padre Roberto Guzmán, para juntos interpretar «Mi Árbol y yo» del desaparecido cantautor argentino Alberto Cortez, tema que hizo parar de sus asientos a todos los espectadores que abarrotaron la sala del auditorio.
Un momento solemne llegó cuando el padre de Robert, el señor Roberto Guzmán, llamó a los demás integrantes del núcleo familiar, entre ellos a su querida esposa y madre del jóven artista, Rosmery Núñez, para juntos hacer una plegaria por los valores de las familias, pedir el cese de la delincuencia y que haya más amor entre todos, también su padre aprovechó la ocasión, para entregar al pueblo de Santiago, a su vástago para que lo proteja, lo apoye y lo adopte como su hijo y sea un ejemplo de la ciudad corazón, lo que fue acogido con beneplácito y provocó una gran ovación entre lágrimas, emociones y aplausos.
El espectáculo continuó con el repertorio de canciones seleccionadas en donde el momento fué propicio para que la jóven promesa del canto, estrenara la canción compuesta por el cantautor dominicano, Enrique Feliz, llamada «Ambiente de fiesta«, que es una composición marca país, lo cual llamó mucho la atención, que al ser estrenada esa misma noche, ya estaba siendo cantada y tarareada por niños y adultos presentes allí.
Una de las melodías más esperada y con la cual la estrella de la noche ganó el primer lugar en el Festival, fue la canción «Por amor» del maestro Rafael Solano, donde el nóbel artista demostró porqué se hace llamar «La voz» cuando hizo gala de su hermosa, afinada y potente voz, con una excelente y magistral interpretación, la cual hizo saltar de sus asientos a un público delirante y complacido.
El concierto, quien contó con la maestría de ceremonias del también talento juvenil, Alvin Alberto, culminó con la canción «Que bonita es esta vida«, la cual se hizo acompañar de un grupo de Mariachis, quiénes lo sorprendieron, poniendo a cantar y a bailar a todo el auditorio y donde Robert Guzmán, probó que a su corta edad con tan solo 11 años, es un profeta en su tierra y que con la fé puesta en Dios y el apoyo de su familia, le espera un gran porvenir en el mundo de la música y el entretenimiento, para alegría de su gran legión de seguidores que le tributa desde ya, apoyo, respeto y admiración, para que en cada interpretación siga siendo…»La Voz«.
