Soy un defensor a rajatabla de la competencia interna para elegir los candidatos de elección popular.
Considero un grave error eliminar la participación de la militancia partidaria en la elección de sus candidatos.
Los famosos consensos e imposiciones son antidemocráticos y sepultan la dinámica de los partidos políticos.
Ahora el show son las encuestas, ellas también cercenan la participación plural de la militancia partidaria.
El PRM, por ejemplo, hervía de dinamismo en Santiago hace dos semanas con la competencia por la Alcaldía y Senaduría.
La presidenta provincial, Rosa Santos, iba en ascenso con proclamaciones y actividades masivas como precandidata a senadora.
El presidente municipal, Andrés Cueto, se convirtió en una seria amenaza en la competencia por la nominación a alcalde.
Al final, el PRM se reservó la candidatura senador y Cueto declinó como aspirante a alcalde.
Aunque las reservas no tienen nombres, el impacto inmediato es una virtual parálisis interna, lo que también ocurre con los famosos consensos.
Si se observa objetivamente, el PRM se ha apagado en Santiago luego de esas dos decisiones.