Por: Jorge Moronta
El próximo 16 de 0ctubre, el Partido de la Liberación Dominicana, se propone llevar a cabo una especie de experimento electoral, puesto que no se le puede llamar primarias porque está fuera de los plazos permitidos por la ley, y por tanto no tendría validez ante la Junta Central Electoral que es el organismo que legitima la elección. Pero tampoco es un simple sondeo o análisis, dado que para tal proyecto se está convocando a toda la militancia del partido para que, en una especie de simulacro de votación, decida cual será su candidato o candidata presidencial en las elecciones del año 2024.
Según lo decidido por los máximos organismos del partido de la estrella amarilla, el poderoso Comité Político y el multitudinario Comité Central, quien resulte electo de esta jornada, contará con el respaldo irrestricto de toda la estructura partidaria y los otros precandidatos que no sean electos se han comprometido mediante documento firmado y notarizado, a reconocer al elegido como ganador y sumarse sin condiciones a su proyecto político. Si el PLD tiene éxito en su experimento y logra preseleccionar su candidato sin mayores ruidos, sin lugar a dudas que saldrá fortalecido y se reivindicaría como opción de poder para las próximas elecciones.
Hasta el momento hay tres candidatos que se perfilan con posibilidades de salir gananciosos en dicho certamen, Francisco Domínguez Brito, Margarita Cedeño y Abel Martínez Durán. A la fecha han salido al aire varias encuestas con diferencias abismales y desproporcionadas en sus resultados, dependiendo la procedencia y sus promotores benefician a uno o a otro de forma tal que al electorado peledeísta le resulta muy difícil identificar cuál de los tres realmente goza de mayor simpatía, tanto dentro, como fuera del partido.
Lo cierto es que el triunfo en esta competencia electoral, como en cualquier otra, estará determinado por tres factores fundamentales: a) simpatía electoral, b) Estructura partidaria y c) Recursos económicos. Quien pueda concertar un buen equilibrio entre estos tres elementos o dominar de forma contundente dos de ellos, sin lugar a duda que lleva el carril de adentro para salir vencedor o vencedora. Por el contrario, quien presente deficiencias significativas en por lo menos dos de los tres componentes, difícilmente se alzará con la victoria.
Otra posibilidad sería que dos de los precandidatos que, por separado, dominen o sean más fuertes en alguno de los tres factores se unan para enfrentar al otro o a la otra, en cuyo caso, de dicha alianza resultaría un candidato o candidata muy fortalecido que, evidentemente se convertiría en la principal opción para los miembros y simpatizantes del partido morado, emergiendo como una candidatura con un amplio consenso dentro de sus filas.
En fin, que con este certamen el Partido de la Liberación Dominicana enfrenta uno de los mayores retos de su historia partidaria, no puede darse el lujo de fallar, independientemente de los resultados, el evento debe estar caracterizado por la inclusión, el orden y sobre todo por la transparencia y la pulcritud en los resultados.
El autor es mercadólogo con especialidad en marketing electoral.