El manejo de la apetecible publicidad gubernamental es una constante manipulación.
Esos pleitos no son nuevos y percibo que la discreción en esa inversión oficial, seguirá causando conflictos.
Es actualmente la manzana de la discordia entre periodistas y comunicadores del PRM en Santiago.
Políticos y funcionarios, incluyo, utilizan la publicidad estatal para proyección personal y para neutralizar críticas y denuncias.
Esa inversión del gobierno ha adquirido una mayor importancia debido al desplome de la privada en ese aspecto.
Las actuales quejas por exclusiones y la concentración en pocas manos, no son exclusivas de estas autoridades del PRM..
La publicidad del gobierno que llega a Santiago nunca será suficiente y si no hay una distribución equitativa, la confrontación será cada día peor.
Creo que el problema principal está entre periodistas y comunicadores del propio PRM, las quejas y denuncias salen de ellos mismos.
Con su estilo pugnaz, ácido y sin rodeos, el comunicador del PRM Marcos Martínez ha causado un revuelo con el asunto de la publicidad oficial en Santiago.
Es un tema amplio, complejo y bien difícil, debido a las distintas visiones que existen sobre el manejo de ese gasto estatal.
Desde mi punto de vista, políticamente el privilegio deberían tenerlo los periodistas y comunicadores del partido de gobierno.
El conflicto actual parece tiene su causa en el favoritismo de grupos dentro del propio PRM.