SANTIAGO.-Son tantos los abusos, excesos y maltratos que se atribuyen al ex-oficial policial Fernando de los Santos (La Soga) cuando estaba en su «apogeo» que la Policía tendrá que emplearse «bien a fondo» para aclarar el incendio parcial de su casa y su vehículo en el sector Gurabo.
Desde que le ratificaron la medida de coerción de prisión preventiva acusado de raptar y ejecutar a dos jóvenes en la zona Sur rural de Santiago, La Soga está en el Centro de Rehabilitación Rafey Hombres y no en Centro de Operaciones Especiales de la Policía como han publicado algunos medios.
El intento de convertir en cenizas su residencia y su vehículo no debería causar sorpresa porque hay una buena cantidad de ciudadanos «víctimas» de los abusos del ex-oficial Fernando de los Santos que podrían estar interesados en «cobrar deudas pendientes».
Sin embargo, hay que esperar la investigación de la Dirección Cibao Central de la Policía para saber con exactitud quienes estarían detrás de una acción de esa naturaleza.
Como el incendio y los tiros con diversas armas se produjeron entre 1:30 y 2:00 de la madrugada, se supone que fue una actuación bien planificada. Y si los desconocidos también dispararon a la casa de la mamá de La Soga, se entiende que habría sido un mensaje directo a él.
Se resalta la prontitud con que la Policía, los bomberos y el 9.1.1 acudieron al lugar inmediatamente los vecinos se percataron de los que sucedía en la residencia de la Soga.
Una investigación de un caso que involucre a la Soga como víctima amerita de una gran paciencia y rigurosidad porque las autoridades policiales tienen «un amplio menú» de opciones debido a que es difícil determinar la cantidad y peligrosidad de los enemigos de Fernando de los Santos.
Como se trata de la Soga y sus hazañas abusivas son recordadas con facilidad por Santiago y el país, el intento de quemar totalmente su casa y su vehículo tienen un gran impacto y cobertura en los medios de comunicación.
Habrá que esperar y darle tiempo a la Policía para que investigue y determine quién o quienes intentaron «cobra cuentas pendientes» con el ex-temido y abusivo ex-oficial de la uniformada.