Tengo la impresión de que en la Alcaldía de Santiago no se sienten bien con el líder del transporte Juan Marte.
Percibo que hay un fuerte disgusto con el presidente de la Federación Nacional de Trabajadores del Transporte (CNTT).
Creo que el asunto viene por las duras críticas que hizo Juan Marte a la gestión del alcalde Ulises Rodríguez cuando cumplió cien días.
Ulises es una persona sencilla, gentil, de buen trato y un funcionario que está cuidando meticulosamente su futuro político.
Juan Marte es un influyente empresario del transporte, sindicalista, muchas veces frontal, en ocasiones hombre reflexivo y ecuánime.
Tiene un gran poder de convocatoria entre taxistas, choferes del concho y otros sectores y echa sus pleitos en las calles.
En las pasadas elecciones municipales, entiendo que Juan Marte inclinó más su apoyo a Ulises que a su competidor Víctor Fadul.
Esas diferencias entre ese líder choferil y el alcalde Rodríguez no deberían continuar agudizándose. Si se analiza fríamente, a Ulises le conviene fumar la pipa de la paz.
Armonizar esa tirantez sería lo razonable.