Fui al edificio de oficinas públicas el Huacalito, Santiago, a una rápida diligencia y salí decepcionado.
Me entristeció ver que los buscones están de regreso en los pasillos ofreciendo «sus servicios».
En mi caso, al menos dos se me acercaron para ofrecerme «ayuda» si iba a las oficinas de Pasaportes.
Expresé mi queja en el programa radial el Patrón de la Tarde, en el que soy comentarista.
Minutos después, sin estar enterado, llegó a la emisora el director de ese organismo, Willian Salcedo.
Era uno de los entrevistados y aproveché para expresarle, públicamente, mi desilusión con lo que había vivido en el Huacalito.
Mi diligencia no fue en Pasaportes y, además, no sé si con otros servicios públicos también han reaparecido los buscones.
De lo que sí estoy seguro es de que eso únicamente ocurre cuando un servicio público es deficiente.
Mi sorpresa es porque esos buscones habían desaparecido hace años.