Se ha cavilado mucho y en diversos espacios sobre cuáles son las característica de un buen gobierno y una buena administración
Anticipamos el análisis y podriamos establecer que las Naciones Unidas ha establecidos unos indicadores que pueden ser referencia.
Tanto en las Declaraciónes del Milenio que estableció 8 metas (2000-2015), como en la continuidad de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible , ODS (2015-2030), agenda 2030.
Y evaluar las bondades de gobernantes y administradores.
Tambien, otras organizaciones internacionales y Estados han identificados factores que identifican esas características.
El interés en el tema me motiva a compartir un excelente libro: El Buen Gobierno y la Buena Administración de Instituciones Públicas (2006)
Autor que generosamente me lo obsequió, mientras cumplía su labor de consultor del MAP facilitado por la Unión Europea.
Me refiero al excelente profesional e investigador, Jaime Rodriguez-Arana Muñoz.
En la introducción se establece lo siguiente : «En fin , a lo largo de estas páginas se analizarán las implicaciones de la buena administración en relación con algunos de los aspectos más destacados de la acción pública, tales como la reforma administrativa, la participación, la mentalidad abierta, la metología del entendimiento , la sensibilidad social, los principales documentos internacionales en materia de gobernanza y gestión pública sin olvidar , la dimensión ética y la sociedad del conocimiento. (Arana Muñoz, 12-2006).
Parece lógico iniciar compartiendo que significado asume el concepto de Modernización: siguiendo a GUY BRAIBART, ex-Presidente del Instituto Internacional de Ciencias Administrativas, podemos definir la modernización administrativa como una puesta al día permanente de la administración en función de las exigencias del momento y del lugar.
Esta modernización va a consistir en un proceso constante, siempre inacabado. Nunca se podrá afirmar, por tanto, que se alcanzó la modernización de algún organismo, pues el cambio en el resto del entramado social no se detiene nunca, como ha señalado acertadamente Alejandro Nieto. (31-2006).
Otra de las aristas que forma parte de las condiciones que nutren el tema glosado es la ética.
«La importancia de la Ética en relación con la muy noble actividad política continúa siendo en el presente uno de los aspectos más complejo de afrontar probablemente porque todavía el poder, el dinero y la fama son tres grandes ídolos a lo que se adora con intensa devoción. En efecto la relación entre ética y política es un problema intelectual de primer orden, de gran calado.
Desde los inicios mismo del pensamiento filosófico y a lo largo de la historia en occidente ha sido abordado por tratadista de gran talla, desde las perspectivas más diversas y con conclusiones bien dispares . Y por mucho que se haya pretendido traducir algunas de ellas en formulaciones políticas concretas, la experiencia histórica ha demostrado sobradamente que ninguna, puede tomarse como una solución definitiva de tan dificil cuestión . (51-2006)
Se ha dicho que en la sociedad actual, tan importante es desaprender como también tener la actitud de estar abierto a conocer las nuevas realidades.
«La sociedad del conocimiento nos facilita saber más para pensar mejor, y por eso, también me parece de gran importancia la reflexión de Alejandro Llano cuando se refiere a que las organizaciones son comunidades de aprendizaje, de investigación, ¿por qué?
Pues porque realmente si en una organización hay un deseo de mejora, si continuamente se analizán los resultados; ¿por qué las cosas salen bien? ¿por qué salen mal? y ¿qué cambio se deben procurar desde el trabajo en equipo, desde la escucha de los colaboradores? entonces es más fácil saber lo que se debe hacer en cada momento. No es fácil, pero es un desafío que tienen los directivos, también en el gobierno y en la administración pública. En este sentido, se puede decir que hay algunas ideas que se subrayan permanentemente en los programas de dirección y que, en mi opinión, están muy vinculadas al buen gobierno, a la buena administración: Mentalidad abierta, Metodología del entendimiento y Sensibilidad social. Trilogía que, en alguna medida, deben tener presente los directivos de las organizaciones modernas.
Entre las experiencias relevantes que han trascendidos de Algunos Estados pasamos ahora a conocer el caso Español.
Acuerdo del Consejo de Ministro de la Ética Pública.
«El acuerdo desde la perspetiva ética del servicio público, establece unos principios básicos, unos principios éticos y unos principios de conducta.
Los principios básicos seleccionados son: objetividad, integridad, neutralidad, responsabilidad, credibilidad, imparcialidad, confidencialidad, dedicación al servicio público, transparencia, austeridad, accesibilidad, eficacia, honradez y promocíón del entorno cultural y medioambiental y de la igualdad entre hombres y mujeres (…). El segundo elemento del código del buen gobierno de la actual administración española lo constituye la ley de regulación de los conflictos de intereses de los miembros del gobierno y de los altos cargos de la Administración General del Estado ley 5/2006, de 10 de abril de 2006, (…) La ley tiene un título preliminar títulado «objeto y ámbito de aplicación» un titulo 1 dedicado a los requisitos previos al nombramiento de los titulares de determinados grados, y un título 11 bajo la rúbrica de «los conflictos de intereses», en el que, además de examinar el concepto y ámbito de aplicación, también se trata el régimen de incompatibilidades, el régimen de las actividades, las obligaciones de los altos cargos, los órganos de gestión, vigilancia y control y del régimen sancionador. La ley finaliza con unas disposiciónes adicionales, una derogatoria única y tres disposiciones finales (89, 103 y 106).
A propósito de la siguiente organización a comentar, queremos destacar el vinculo que tuvimos desde el MAP y expresar el agradecimiento a la cooperación de tres estudios realizados; Estudios de la OCDE sobre Gobernanza Pública: República Dominicana Géstión de Recursos Humanos para la Innovación en el Gobierno; Mejores Servicios Públicos para un Crecimiento Inclusivo en la República Dominicana y Hacia una Reforma Exitosa y Sostenible de la Administración Pública en Repúblia Dominicana.
Ahora si, el siguiente comentario.
El Buen Gobierno, los Ciudadanos y la OCDE: Un documento relevante.
«La necesidad de la reforma de la gestión pública acaba de ser abordada en un informe del comité de Gestión Pública de la OCDE (PUMA, junio de 2001).
En dicho documento se plantean algunas preguntas ciertamente interesantes: ¿Cómo pueden prepararse los gobiernos de la mejor manera para los retos, que supone la reforma? ¿Cómo puede el sector público desarrollar una cultura sensible al cambio? ¿Qué clase de líderes se necesitan? ¿Cúal es la mejor forma de comunicación entre los gobiernos y los ciudadanos ? o ¿cómo pueden evitar los gobiernos la «Fatiga de la reforma»?. Son cuestiones complejas y delicadas a las que se debe intentar buscar soluciones desde el pensamiento plural, abierto, dinámico y complementario. De lo contrario aparecerá la fácil posición del pensamiento único que divide el escenario entre ganadores y perdedores, estableciéndose, como dice OCDE, un escenario más propicio para el conflicto que para el éxito»
«La OCDE también se pregunta en este documento el porqué de la reforma de la Gestión Pública. La respuesta es clara: profundizar en la sensibilidad social del gobierno. Hoy parece que la gente exige a los gobiernos más calidad y menos coste burocráticos. Es decir, hacer más con menos, algo que es posible desde parámetro de austeridad y dignidad, lo que es muy distinto a la miseria y la desatención social por motivos de eficacia económica. Hoy se demanda, nos guste o no, mejores y más ágiles servicios públicos. Hoy la gente expresa sus necesidades colectivas e inquietudes públicas en el marco de unas sociedades cada vez más diversas, más plurales, más complejas y màs fragmentadas.
(…) Uno de los objetivos de las reformas de la gestión pública en marcha en tantos paises del mundo es precisamente restablecer la confianza de los ciudadanos en la administración y ei gobierno. Es ésta una cuestión compleja que no se resuelve sólo cuantitativamente sino que tiene una dimensión cualitativa esencial pues el ejemplo de políticos y altos funcionarios es capital.
Sobre todo, en lo que se refiere a la vertiente ética y en lo atinente a la cercanía de los políticos en relación con las necesidades reales de los ciudadanía» ( … )
El documento de la OCDE también nos advierte sobre la necesidad de que los gobiernos comuniquen sus mensajes a los ciudadanos. Es más el gobierno, según la OCDE, debe aprovechar las oportunidades para comunicarse personalmente con los ciudadanos a través de las nuevas tecnología y los nuevos foros de comunicación. (123, 124, 125 -2006 )
He vendo postulando que el saber experto, junto a otros factores ha tenido una gran influencia en los cambios que ha tenido la administración pública dominicana, por ello es de gran significación pasar a conocer sobre: «El Gobierno y la Administración en la Administración Blair”.
En el Reino Unido, el principal documento, en mi opinión, que plantea algunos de los desafíos del buen gobierno y la buena administración en las instituciones públicas es el libro blanco «Modernizar la Administración» (marzo, 1999). Es un informe relevante porque se trata de una reflexión atinada sobre, la reforma y modernización administrativa de este tiempo y sobre todo, porque desde el primer parágrafo expresa con claridad que cualquier proceso de modernización del aparato público debe tener presente, muy presente, que la administración pública es de la gente y que la acción de gobernar o administrar debe siempre dirigirse a la mejoría de la condiciones de la vida de los ciudadanos. Por eso, no debe extrañarnos que el ministro Jack Gunningham escriba en la presentación del libro blanco que «modernizar la administración también es algo más. Es una clara formulación de lo que el gobierno piensa que es gobernar. Gobernar no para quienes trabajan en la administración, sino gobernar para la gente de a pie: para el consumidor, para el ciudadano», llama la atención, que poco a poco, el término «cliente», afortunadamente, va siendo sustituido por el de «Consumidor o Ciudadano», me parece, además, un acierto metodológico que conviene subrayar (…)
Además el documento, en su presentación, refleja una cuestión en absoluto baladí desde el ángulo del ciudadano, del consumidor. Aunque existan diferentes niveles administrativos, aunque coexistan distintas administraciones sobre el territorio, las personas deben poder dirigirse a la administración pública sin que se las maree innecesariamente con la manida frase: tiene usted que ir a otra oficina. Pienso que para solucionar este problema especialmente grave en los Estados compuestos, se configuró en España, la idea de la administración única o común como posible modelo organizativo pensado para facilitar a la gente sus relaciones con la administración pública.
En este sentido, el documento británico que ahora glosamos señala que «para mejorar nuestra forma de prestar servicios necesitamos que todas las partes de la administración trabajen mejor juntas. Necesitamos una administración unida. Necesitamos una administración integrada (…)
En el marco de subrayar la funcionalidad de los servicios públicos es capital, me interesa reflejarlo, la formación. Así, en el marco del Centro de Estudios Políticos y de Gestión se integra el «Civil Service College», que será el responsable de la formación y preparación de los funcionarios (…), garantizará que los actuales y futuros líderes del cuerpo de funcionarios tengan contacto con las más avanzadas ideas y reflexiones sobre gestión y liderazgos (…) y colaborará con las unidades de investigación y evaluación de los distintos departamentos para fortalecer y desarrollar la capacidad de evaluación de las políticas y coordinar la evaluación de las políticas transversales.
Se insiste, igualmente, en la motivación e implicación del personal a través del mejor uso de los incentivos y de las recompensas en función del rendimiento y del trabajo bien hecho (131, 134 , 142 – 2006)
Siguiendo con el desglose del libro, como conocimiento experto de Jaime Rodriguez-Arana Muñoz: El Buen Gobierno y la Buena Administración de Instituciones Pública.
Tratamos a continuación: El buen Gobierno en la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas.
«Como es bien sabido, los objetivos que Naciones Unidas planteo como metas para el Milenio (Desarrollo Económico y Social, Democracia, lucha contra La Pobreza y contra El Hambre …), requieren la existencia de un gobierno y una administración pública eficaces, eficientes, asi como Sistemas Sólidos de Gestión de los asuntos públicos en la medida en que como reconoce Naciones Unidas, la función esencial de la administración general y de la capacidad de las personas que trabajan en el sector público en particular, está vinculada a la promoción de los derechos humanos, a la democracia y al buen gobierno (…)
«En ese sentido, el desarrollo del personal al servicio de la administración pública constituye un factor central para que los paises puedan poner en práctica reformas orientadas al desarrollo económico y social.
Sin un personal que esté en formación continua, sin fomentar las cualidades para el liderazgo de los dirigentes y sin una carrera profesional que fomente el conocimiento, la capacidad, la movilidad y la integración de los funcionarios, es muy dificil que se puedan cumplir los objetivos del milenio anteriormente mencionados. El buen gobierno y la buena administración encuentra en estos parámetros algunos de sus más relevantes desafíos (…)
En relación con el gobierno, la Declaración se refiere, al buen gobierno, a la democracia, a la mejora para prestar servicios sociales básicos y a la reforma administrativa, a la planificación integrada, a la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones, a la descentralización, a la transparencia, a la rendición de cuentas o a la corrupción.
Se insiste por otra parte, en la necesidad de innovar y de introducir nuevos mecanismos para introducir todo ello, entre los cuales necesariamente hemos de contar con las tecnologías de la información y las comunicaciones; y con el gobierno electrónico, que bien orientado debe dar lugar a un nuevo sistema en que el ciudadano sea el centro y el gobierno el organismo que gira en torno a él y que tiene como principal tarea» responder a sus necesidades y expectativas a partir de la transparencia, responsabilidad y participación (145, 146 y 170 – 2006) .
Ahora , del Buen Gobierno en el libro blanco de la Gobernanza Europea, citamos lo siguiente: «Tal y como se reconoce en el propio documento [ TCOM (2001) 428 final ], da la impresión de que los redactores del libro blanco conocen el diagnóstico: escasa confianza de los ciudadanos en las instituciones y en los políticos de Europa y a la vez, necesidad de que la política europea haga frente a los graves problemas que acucian a la sociedad. Como se puede leer en el documento «a menudo se percibe la Unión como algo remoto y al mismo tiempo, demasiado intervencionista» (171-2006).En definitiva, a la pregunta del titulo del presente trabajo de divulgación podemos responder lo siguiente: El Buen Gobierno y la Buena Administración Pública son los que mejoran las condiciones de vida de los ciudadanos.