La competencia que protagonizan los aspirantes presidenciales del PLD con el ex-presidente Leonel Fernández transita un camino lleno de dificultades y desventajas que obstaculizan el loable esfuerzo que realizan para ganar simpatías internas y en la población.
Los que trabajan intensamente en busca de la candidatura presidencial del Partido de la Liberación Dominicana aparenta que «chocan» con dos paredes de hierro: la solidez del liderazgo de Fernández y la indecisión del presidente Danilo Medina en torno a la reelección.
Los ex-ministros Carlos Amarante Baret, Francisco Domínguez Brito, Andrés Navarro y Temístocles Montás y el presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, libran una batalla desigual «por el peso» de los liderazgos de Fernández y Medina, quienes mantienen un control casi total del PLD.
La competencia con Fernández es difícil porque se trata de un tres veces ex-presidente de la República, el hombre a quien los emblemáticos y a veces antagónicos líderes Joaquín Balaguer y Juan Bosch le levantaron sus manos en 1996 y el político que ha protagonizado seis triunfos electorales consecutivos.
Fernández tiene un liderazgo verdaderamente arraigado en la sociedad dominicana, un poderoso equipo político en cada provincia y municipio del país, recursos económicos y «una obra» de gobierno que puede exhibir en cada pueblo que visita.
Su grito de batalla «no hay marcha atrás» ha encendido a sus seguidores y el impecable manejo mediático hace que cada día el país «esté pendiente» o hablando de las posibilidades de regreso al Palacio Nacional del actual presidente del PLD.
En un escenario en que el presidente Danilo Medina, sin hablar, y Leonel Fernández acaparan el debate político diariamente, a los aspirantes presidenciales del PLD se les hace muy difícil «romper esa pared» que impide su avance en la conquista de simpatías internas y en la población.
Amarante Baret, por ejemplo, tiene muy buenas propuestas, un excelente discurso y apoyo de dirigentes del PLD en todo el territorio nacional. Domínguez Brito goza de respeto en todos los sectores de la sociedad. Sin embargo, libran una batalla desigual y llena de obstáculos.
Pared Pérez y Temo Montás recorren el país con un formidable discurso pero su avance en simpatía es tímido. Ahora la expectativa es el ex-ministro de Educación, Andrés Navarro, pero aparenta que le ocurrirá lo mismo que a los demás.
La impresión es que hasta que el presidente Danilo Medina no defina su posición en torno a si procederá o no a intentar reformar la Constitución para ser candidato en el 2020, el escenario no se despejará para los aspirantes presidenciales del PLD que se promueven como «danilistas».
Y conociendo «la forma» como actúa la inmensa mayoría de dirigentes del PLD, es posible que si el presidente Medina decide respetar la Constitución que le prohíbe ser candidato en el 2020, la simpatía interna no se desplace hacia esos 5 aspirantes presidenciales.
Amante Baret, Domínguez Brito, Temo Montás y en menor medida Pared Pérez han, en ocasiones, sido frontales en sus discursos con el ex-presidente Fernández pero la respuesta del presidente del PLD ha sido el silencio. Sin dudas, esa estrategia no ha tenido resultados positivos.
Es una verdadera encrucijada: enfrentando a Fernández no avanzan y haciendo causa común con él, tampoco. Lo que debería observarse es que la influencia del presidente Medina y del ex-presidente Fernández en el PLD frena por el momento cualquier intento de desplazarlos.