Los fuertes golpes políticos que recibe con las constantes renuncias de dirigentes, tambalean al PLD.
Sin embargo, la realidad es que no han podido derribar al partido fundado por Juan Bosch.
La indudable fortaleza del morado aparenta ha impedido que caiga pulverizado en la lona del ring. Sin importar la contundencia de los golpes, el boxeador sigue de pie.
Ese vapuleado PLD acaba de concluir el proceso de conformación de sus equipos de campaña en cada municipio y provincia del país.
En Santiago, por ejemplo, el enlace es Melanio Paredes, el coordinador de campaña Antonio Peña Mirabal, Pablo Grullón director operativo y Aníbal Abreu director de estrategia.
Llama la atención, sin dudas, la designación del joven dirigente Grullón en la exigente posición de director Operativo de campaña.
En los últimos 16 años esa posición fue desempeñada por figuras estelares del PLD como José Izquierdo, Monchy Rodríguez y Fernando Rosa.
Un tremendo reto para un joven discreto y distante de la exposición pública. En el PLD lo tienen como un gran trabajador político.
¿Renovación con caras nuevas?