Los excesos de celos y la intolerancia ganan cada día más espacio en la Alcaldía de Santiago y causa preocupación los «desenfrenos» con que tratan de frenar las críticas y denuncias en contra de la administración del alcalde Abel Martínez.
¿Qué relevancia tienen las ruedas de prensa y denuncias del PRM para que altos funcionarios de la Alcaldía actúen con esa alarmante intransigencia?. ¿No se dan cuenta del daño que le están haciendo hasta al PLD?
Si inexplicable es que dos funcionarios como Félix Michel Rodríguez y Gary Santos «se aparezcan» en una rueda de prensa del PRM, más escandaloso es irrumpir en un Palacio de Justicia tratando de neutralizar un legítimo derecho de ese partido de oposición.
Los excesos de celos en torno «al cuidado de la imagen y la administración del alcalde Martínez» por parte de varios de sus funcionarios, se ha convertido «en una arma de doble filo» porque en realidad le está haciendo más daño que bien a la Alcaldía.
Si el Partido Revolucionario Moderno (PRM) convocó «con tiempo» una rueda de prensa para exigir la terminación del edificio del Mercado de Pekín, en la zona Sur, ¿qué necesidad había de «aparecerse» allí cuando se llevaba a cabo?.
Sólo un acto de intolerancia y «buscarse» un conflicto innecesario pueden explicar la presencia en esa rueda de prensa de dos funcionarios de la alta confianza del alcalde Abel Martínez como son Félix Michel Rodríguez y Gary Santos.
Si políticamente fue torpe la presencia de Rodríguez y Santos en esa rueda de prensa, peor es lo sucedido en el Palacio de Justicia cuando los dirigentes del PRM fueron a presentar una denuncia querella por la supuesta agresión ocurrida en el barrio Pekín.
¿Qué necesidad había de enviar al Palacio de Justicia a policías municipales y empleados de la Alcaldía?. ¿En qué pueden beneficiar a Abel Martínez esas discusiones y enfrentamientos verbales públicos con dirigentes del PRM?.
La impresión es de que no se trata de torpeza política sino intolerancia frente al derecho que tiene el PRM de denunciar, exigir y presentar una querella por ante la Fiscalía de Santiago. No el PRM, cualquier ciudadano que quiera hacerlo.
No hay dudas de que se trata de politiquería por parte del PRM, especialmente del diputado Ulises Rodríguez, quien aspira a candidato a alcalde por ese partido, pero resulta insólito que «los teóricos» de la Alcaldía se la estén poniendo «en bandeja de plata» a la oposición.
Mueve a preocupación el «exceso de celos» de los funcionarios de la gestión del alcalde Abel Martínez porque tratar de silenciar el derecho de la oposición a «hacer su papel» con sus críticas, es un ejercicio de intransigencia que nadie puede aplaudir.
De manera correcta los dirigentes del PRM, encabezados por su nuevo presidente, Andrés Cueto, están aprovechando al máximo la actitud de intolerancia de la Alcaldía para escandalizar a la opinión pública.
Si se reflexiona tranquilamente, se llegará a la irrebatible conclusión de que en la Alcaldía de Santiago necesitan con urgencia dosis de tolerancia y democracia. En el 2020, es posible que otros estén en el Ayuntamiento.