El incompleto titular de primera plana del periódico El Caribe no puede ser más desconcertante.
«El inaugurado hospital de Tamboril todavía no está concluido», dice el matutino.
En realidad, se trata del remozamiento del principal centro de salud público de mi pueblo.
Lleva el nombre del emblemático y altruista médico tamborileño Ico Martínez.
El presidente Luís Abinader inauguró el sábado último el remozamiento de ese hospital con una inversión de 143 millones de pesos.
Sin embargo, la población sigue recibiendo atenciones médicas en una carpa en el patio, incluyendo las emergencias, y en estos días de lluvias los servicios se paralizan.
Inaceptable que un médico y funcionario como Mario Lama ponga al presidente de la República a inaugurar ese incompleto remozamiento.
El director del Servicio Nacional de Salud (SNS) debió respetar un poco más a mi pueblo de Tamboril, aunque creo que también el presidente Abinader debería ser más exigente con sus funcionarios.
Ojalá que el hospital Ico Martínez sea terminado, equipado y puesto a funcionar lo más rápido posible.
Una remodelación de 143 millones de pesos del principal hospital de un municipio como Tamboril, que lleva ya varios años sin terminar, retrata de cuerpo entero las deficiencias y falta de prioridades del Estado dominicano.
Seguimos esperando pacientemente la terminación definitiva de nuestro hospital.