Si el gobierno no toma medidas drásticas y definitivas para reducir la «presión» que tienen los hospitales públicos de Santiago con el flujo diario de miles de pacientes de las 14 provincias del Cibao, seguirá siendo blanco de duras críticas y quejas de la población.
Los tres principales hospitales de Santiago, el Universitario José María Cabral y Báez, el infantil Arturo Grullón y el Rafael Estrella Ureña, son abarrotados diariamente de pacientes de todas las provincias del Cibao, lo que dificulta que puedan ofrecer servicios eficientes.
Aparte de las limitaciones de recursos económicos, la presión por el enorme flujo de pacientes, incluyendo miles de haitianos que vienen principalmente de Haití y de las provincias de la Línea Noroeste, aumenta los problemas que tienen esos centros de salud.
En el gobierno del ex-presidente Leonel Fernández se construyeron tres hospitales periféricos en el Barrio Libertad, en Cienfuegos y en Bella Vista, los cuales unidos al Juan XX111 de la Zona Sur, tuvieron el propósito de descongestionar el hospital Cabral y Báez y el Arturo Grullón.
Esos cuatro centros de salud operan con buena eficiencia y los pacientes de las zonas periféricas de los barrios donde se encuentran acuden masivamente en busca de atenciones de salud, lo que contribuye a «quitar presión» a los tres principales hospitales de la ciudad.
El problema más grave para los hospitales Cabral y Báez, Arturo Grullón y Presidente Estrella Ureña, aparte de los reducidos recursos económicos que reciben y a la falta de equipos, es que no tienen capacidad para enfrentar el flojo diario de pacientes de las 14 provincias del Cibao.
El gobierno del presidente Danilo Medina ha hecho una inversión de millones y millones de pesos en la rehabilitación y equipamiento de una gran cantidad de hospitales públicos de la región del Cibao, lo que ha sido aplaudido por amplios sectores de la población.
Sin embargo, a pesar de la remodelación y equipamiento, por ejemplo, del hospital Ricardo Limardo, en Puerto Plata, decenas de pacientes de esa provincia se desplazan a buscar atenciones de salud en los hospitales de Santiago, principalmente en el Cabral y Báez y el Arturo Grullón.
Lo mismo ocurre con cientos de pacientes de La Vega, Espaillat, San Francisco de Macorís, Hermanas Mirabal, Valverde, Montecristi, Santiago Rodríguez, entre otras provincias y municipios, quienes desde las 5:00 de la mañana empiezan a ocupar los pasillos y áreas de los hospitales de Santiago.
En cada municipio cabecera de las provincias del Cibao hay un buen hospital pero aún así, cientos de personas vienen a Santiago en busca de atención de salud gratuita.
En este momento el gobierno trabaja aceleradamente en la transformación total del hospital regional universitario José María Cabral y Báez, pero de nada servirá si no se toman medidas drásticas y definitivas para reducir la presión que tiene con el descontrolado flujo de pacientes.
El ministerio de Salud Pública aparenta obligado a encarar con seriedad las dificultades que tienen los tres principales hospitales de Santiago porque si se toman medidas verdaderamente efectivas y duraderas, la deficiencia en los servicios sería «cosa del pasado».