Los empresarios turísticos agrupados en la Asociación de Hoteles del Este actúan con «mala fe» en relación a la construcción de la Torre-Hotel Moon Palace, en Higuey, y fue «un golpe bajo» su cambio de opinión sobre ese proyecto en presencia del presidente Danilo Medina.
El ministro de Turismo actuó con absoluta buena fe y promovió un gran consenso para la aprobación del Hotel Moon Palace y pidió al presidente Medina que acudiera al acto de inicio de las obras, pero sorpresivamente fue víctima de una gran imprudencia.
El licenciado Francisco Javier García auspició durante meses un intenso diálogo que permitió un acuerdo con los inversores agrupados en la Asociación de Hoteles del Este, quienes dieron y ratificaron «el visto bueno» al moderno Hotel Moon Palace.
Sin embargo, en el momento en que el presidente Medina encabezaba la ceremonia de inicio de las obras del novedoso Hotel, algunos empresarios turísticos «sorprendieron» con un inesperado «cambio de opinión» y anunciaron su rechazo al proyecto.
¿Por qué en las discusiones, reuniones y vistas públicas aprobaron la construcción del Hotel y luego, en presencia del presidente Medina, cambian de actitud? Sin dudas, una posición irresponsable y una grave falta a sus propias palabras.
Después de llegar a un consenso para la construcción de la Torre de 14 pisos, en presencia del presidente de la República se destapan con que se oponen a la construcción del Hotel Moon Palace. Es difícil asimilar «un golpe bajo de esa magnitud».
Lo penoso del caso es que el ministro de Turismo, Francisco Javier García, fue «traicionado en su buena fe» porque confió en el acuerdo a que se llegó y solicitó al presidente Medina que acudiera al inicio del Hotel porque ya se había arribado a un consenso entre las partes.
Javier García fue únicamente un mediador para que se llegara a un consenso, pero «en el momento menos esperado», algunos empresarios turísticos miembros de la Asociación de Hoteles del Este «sacan del bolsillo» una oposición que habían dejado atrás en los diálogos sobre el proyecto turístico.
El cambio, sin dudas, luce inexplicable y se falta «a la palabra empeñada». ¿Por qué aprovecharon la presencia del presidente Medina para actuar de esa manera imprudente? Colocaron, sin dudas, al ministro de Turismo en una situación enojosa frente al presidente de la República.
¿Temor a la competencia interna? No se sabe si esa podría ser la razón, pero es indudable que no actuaron adecuadamente con el ministro de Turismo, quien no se merecía ser traicionado de esa manera.
Ojalá que en los próximos días las relaciones armoniosas entre los integrantes de la Asociación de Hoteles del Este y los funcionarios del más alto nivel del Ministerio de Turismo, retornen a su normalidad.
Lo primero debería ser admitir que el licenciado Francisco Javier García no se merece el trato descortés e imprudente que le dispensaron algunos integrantes de la Asociación de Hoteles del Este en presencia del presidente Danilo Medina.