El meteórico crecimiento del joven partido Fuerza del Pueblo (FP) no está en duda.
Un éxito irrebatible que sepultó las burlas (¿sigue siendo Fupu?) y venció innumerables obstáculos.
Hay que admitir que, en tres años, han logrado una hazaña sin precedentes.
Con inalterable motivación y dedicación, se han entregado en cuerpo y alma para lograr el sitial que ocupa, hoy día, la FP.
Durante años se promovió la idea de que Leonel Fernández era únicamente un hombre de libros, conferencias, fina oratoria, viajes al exterior, exquisito articulista y analista internacional.
Por eso, la sorpresa con lo que ha logrado en apenas tres años con la FP, lo cual va más allá de su indudable liderazgo.
Enfocados en su estrategia y sin descanso en el trabajo político, ahora van para la Plaza de la Bandera.
¿Son dos millones de afiliados que tiene la Fuerza del Pueblo (FP)?
Su reto ahora, se supone, es fidelizar esos votantes volviendo donde ellos, una tarea bien difícil.
¿Irán a las urnas esos dos millones de afiliados a votar por la FP?
Ese es el principal desafío.