SANTIAGO.-El pobre respaldo de la población al campamento instalado por la Marcha Verde frente a la Procuraduría General de la República provocó que pasara «sin pena ni gloria».
El silencio de los organizadores del campamento en protesta por el expediente del caso Odebrecht parece está relacionado con el fracaso de la convocatoria.
Desde que sectores de la Iglesia Católica y del Partido Revolucionario Moderno (PRM) empezaron a alejarse de la Marcha Verde, sus convocatorias han dejado «un sabor amargo» entre sus voceros y activistas.
No se sabe si es que también hay problemas internos en la Marcha Verde pero la verdad es que al campamento que se instaló frente a la Procuraduría no asistieron ni siquiera reconocidos promotores de ese movimiento.
Lo de las convocatorias de la Marcha Verde va «de mal a peor» y llama poderosamente la atención que en Santiago, por ejemplo, ni actividades se han vuelto a realizar.
El activismo y dinamismo de los promotores de ese movimiento en Santiago ha desaparecido y ni siquiera a las convocatorias que se hacen en Santo Domingo y otros pueblos están acudiendo.
Si sus voceros evalúan con honestidad lo ocurrido el fin de semana con el campamento frente a la Procuraduría General de la República, tienen que admitir que se trató de un total fracaso.
Se pensó que como el caso Odebrecht provoca tanto interés en la opinión pública, la convocatoria a protesta por parte de la Marcha Verde recibiría un gran respaldo de amplios sectores dela población.
Sin embargo, el fracaso fue inocultable.