Son nulas las posibilidades de que el Consejo Nacional de la Magistratura acoja la recusación en contra del procurador general de la República, Jean Rodríguez, porque eso no existe en la ley que crea el CNM ni en sus dos reglamentos.
De igual manera, llama hoy poderosamente la atención el interés que exhibe el Partido Revolucionario Moderno (PRM) por sacar ventajas políticas de la controversia que se ha originado en torno a la evaluación de la jueza Mirian Germán Brito.
El hecho de que la figura jurídica de la recusación no exista en la ley 138-11 del CNM y que tampoco lo contemplen los reglamentos de dicha legislación, el 1-17 y el 1-19, obliga al CNM a rechazar la solicitud contra Jean Rodríguez.
Si la recusación no está reglamentada para ningún miembro del Consejo Nacional de la Magistratura, es obvio que no procede y la que se ha presentado en contra del procurador general de la República queda automáticamente sin efecto.

Asimismo, si se acoje una recusación en contra de un miembro del CNM eso afectaría su funcionamiento porque los sustitutos no existen, no están contemplados en la ley y sus reglamentos.
En el actual debate sobre la evaluación de la jueza Germán Brito ahora surge el interés del PRM por obtener ventajas políticas.
Desde que inició la controversia es evidente el propósito del PRM de politizar el debate. Su solicitud de interpelación del procurador general de la República, Jean Rodríguez, en la Cámara de Diputados fue su primer paso.
Ese interés se fortalece con la sorpresiva «jugada política de proponer que la jueza Germán Brito sea elevada a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), cosa que no hizo cuando sectores de la sociedad civil se lo pidieron.
Llama la atención que teniendo el PRM a su presidente José Iganacio Paliza y su alta dirigente Josefa Castillo como miembros del CNM, no esperaran la reunión de ese organismo para hacer su propuesta.
¿Por qué no hacen la propuesta en el CNM?. Sencillo: porque el interés es obtener ventajas políticas como PRM.
«En la próxima escogencia para jueces de la Suprema Corte, el proceso debe ser diferente, las entrevistas no deben ser de 15 minutos, sino un escrutinio profundo de la vida personal y profesional de los aspirantes, lo más transparente posible», había escrito el presidente del PRM hace unas semanas.