Desde que se aprobaron e instalaron los parquímetros, he sido un invariable defensor de esa iniciativa.
He mantenido inalterable mi opinión, no como otros que cambian de chaqueta dependiendo del partido o alcalde que esté gobernando a Santiago.
Mi criterio irreversible ha sido que los parquímetros benefician el movimiento vehicular, comercial y la seguridad en el centro histórico de la ciudad.
El actual alcalde Ulises Rodríguez aparenta que simpatiza con la reinstalación de los parquímetros y estaría dando pasos muy concretos con ese propósito.
Ya los 16 regidores del PLD y de la Fuerza del Pueblo (FP) han fijado una dura posición sobre el controversial asunto que impactaría de nuevo la parte céntrica del municipio.
Es un derecho que le asiste, tienen que jugar su rol opositor y hay que respetar sus opiniones. Además, son 16 concejales de los 41 que tiene Santiago de los Caballeros.
El asunto tiene que manejarse con absoluta transparencia y con estricto apego a las normas legales para que el proyecto no fracase como ocurrió anteriormente.
Un debate plural, abierto, sin intentos de imposiciones y pensando únicamente en lo que realmente conviene a la ciudad.
Con altísimo respeto a las opiniones de los demás, yo apoyo abiertamente la reinstalación de los parquímetros.