Por: Luis Córdova
Aunque no lo parezca, Santiago, sí la mismísima ciudad corazón, está sobrerepresentada en el Concejo de Regidores de su Ayuntamiento.
No entraré en si su labor es suficiente, si justifican su mega salario, si a la ciudad le basta con que uno de sus ediles asiste unas cuantas horas al mes para hacerse justificar como “representante” del municipio.
Tampoco cabe en esta breve columna (aunque sí lo prometemos para trabajos más amplios), la confusa comprensión y difusa acción de aquello de “reglamentar” y “fiscalizar”.
Hablemos con números.
¿Cuántos regidores sobran?
Sobran 20 y le cuestan casi cincuenta millones de pesos a esta ciudad.
Según el artículo 35 de la ley 176-07, después de los cien mil habitantes será un regidor por cada 50 mil o fracción SUPERIOR a los 25 mil. Se estima una base de 11 regidores.
Si tomamos la población del municipio (aún antes de su última división), se llegaba a una media de 591 habitantes, lo que restado los cien mil y dividido entre los cincuenta mil, arroja unos 9.82 (con el redondeo que tanto les gusta a los políticos llegamos a 10), eso implica que lo que debe ser (COMO MÁXIMO), es un Concejo de unos 21 representantes y no 41 como es actualmente.
Santiago, el más valiente de América, ha visto para otro lado cuando se debió recalcular el número de regidores al producirse la creación de municipio Puñal y el Distrito Municipal Santiago Oeste.
¿Cuántos sobran?
Los números son claros. Pero el criterio del ciudadano es soberano.
Parece que las matemáticas se quedan cortas.
