La alcaldía de Abel Martínez arriba en las próximas horas a sus dos primeros años sin oposición política y sus regidores han sido una gran frustración para amplios sectores de Santiago.
En estos primeros 24 meses de la gestión del alcalde Martínez, han sido algunos medios de comunicación los que han tenido que denunciar los excesos, actos de corrupción y otras debilidades.
En sentido general, los regidores del Partido Revolucionario Moderno (PRM), del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) han sido un fracaso en su labor de oposición en la alcaldía de Santiago.
Aunque el alcalde Martínez y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) cuentan con una mayoría en el Concejo de Regidores, la labor opositora del PRM, PRSC y PRD ha sido inexistente y lo que ha predominado en estos dos años es un gran silencio.
En esta primera mitad de la administración, el alcalde Martínez ha neutralizado por completo a la oposición política y son muy pocos los regidores que acuden a los medios de comunicación a hacer críticas a las actuaciones de la alcaldía.
En el propio PRM hay regidores que admiten que la mayoría de ellos «hacen causa común» con el alcalde del PLD, mientras que los del PRD y el PRSC no dicen «esta boca es mía» de los aspectos negativos de la actual administración.
El PRSC ha anunciado que su presidente municipal y actual regidor, Rafael -Papito- Cruz no continuará como vocero en el ayuntamiento y que fue sustituido por Joel Payamps, mientras que el PRM informó que escogió a Cholo De Oleo.
De inmediato, el regidor del PRM Nelson Abreu denunció que su compañero De Oleo, junto a Deysi Díaz y Nelson Marmolejos, están al servicio del alcalde Abel Martínez y que ese partido seguirá sin oposición en la alcaldía del PLD.
En los primeros dos años de administración las únicas críticas a Abel Martínez provienen de comentaristas de televisión y radio y de algunos reportajes en la prensa escrita y digital, porque la oposición política es inexistente.
Los excesos y maltratos en contra de ciudadanos, las abusivas multas del departamento de Tránsito, los conflictos con diversas instituciones y sectores y los actos de corrupción, únicamente los denuncian los medios de comunicación.
El principal y más escandaloso acto de corrupción, el desfalco millonario que se atribuye al ex-director de recursos humanos de la alcaldía, René Guzmán, se conoció por la presión de varios comentaristas de televisión y radio.
El alcalde de Santiago ha manejado a su antojo a los bloques de regidores de los partidos de oposición que, sin importar que no sean mayoría, no han asumido una sola denuncia de los innumerables hechos negativos ocurridos en la alcaldía.
La oposición política literalmente no existe en el ayuntamiento de Santiago, aunque hay que reconocer que uno o dos regidores se han atrevido a revelar, criticar y denunciar debilidades de la actual administración del alcalde Abel Martínez.