En esta ocasión, los observo desenfocados, opacados y sin un proyecto presidencial serio de cara al 2028.
No noto seriedad en sus aspiraciones a la candidatura presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Esta vez, veo a los santiagueros Abel Martínez y Francisco Domínguez Brito aspirando sencillamente por aspirar.
En las estructuras internas del PLD, su ausencia es bien notoria. Nadie los ve ir a un pueblo a hablar con la militancia morada.
El exsenador Domínguez Brito siempre ha sido un aspirante mediático y ahora anda hablando de cambio climático.
La famosa intensidad y capacidad de trabajo del exalcalde Abel Martínez brilla por su ausencia en los últimos meses.
Su único punto positivo es que las encuestas lo favorecen tímidamente porque fue el candidato en las elecciones del 2024.
Las figuras y discursos de Abel y Francisco lucen opacadas actualmente en la opinión pública.
Muy diferente al proceso para la elección del candidato del PLD para los comicios del 2024, en el que fueron dos grandes estrellas.
Sus aspiraciones presidenciales están muy flojas y no veo interés ni siquiera entre sus más allegados políticamente.
Los percibo en el aire y volando sin una orientación específica.








