La comparación de una administración con otras es ineludible.
Por eso el agresivo esfuerzo que hace un funcionario por opacar y sepultar los logros de la gestión anterior.
Para el actual alcalde de Santiago, Ulises Rodríguez, es inevitable que se compare su administración con la de Abel Martínez.
Ahí, además, entran en juego intereses políticos.
¿Cuáles fueron los puntos luminosos de la gestión del peledeísta Abel Martínez?
Supongo que Ulises tiene ese diagnóstico y que, políticamente, no puede descuidar los puntos en que Abel fue exitoso.
Y un aspecto inexcusable: ¿qué espera la población de Santiago de un alcalde?
El reto debería ser superar los logros de la gestión anterior y ejecutar nuevas iniciativas y proyectos.
A Ulises hay que darle tiempo, pero corresponde a él enviarnos señales de una administración eficaz.