En las próximas elecciones, las boletas de los partidos políticos estarán llenas de mujeres.
Una altísima cuota que, según la ley electoral, no puede estar por debajo del 40 por ciento.
¿Para qué todas esas mujeres candidatas municipales y congresuales?
Pese a que se respetó la anterior cuota de un 33 por ciento, de los 18 diputados de Santiago apenas ganaron tres mujeres.
De los ocho diputados de la Circunscripción Uno, de Santiago, no ganó una mujer.
Soraya Suárez, del PRM, y Magda Rodríguez, del PLD, en la Tres, y Hilda Genao, del PLD en la Dos, fueron las «tres heroínas».
Lo que debería corregirse son los factores que impiden que las mujeres puedan competir con los hombres en esas batallas electorales.
No le veo ningún sentido a una boleta llena de mujeres si, al final, la inmensa mayoría no pueden competir con mínimas posibilidades de triunfo.
Y para los comicios del 2024, en Santiago observo un panorama más desolador para las mujeres candidatas.