El conflicto que protagoniza el PRM en Navarrete no debería sorprender absolutamente a nadie.
Vendió exitosamente un cambio que la población compró, pero lo de Navarrete es su tradición e historia.
En campaña electoral se abren las ventanas de par en par para que todos entren a colaborar, a apoyar y a aportar recursos económicos.
En el gobierno, se cierran las puertas para que nadie entre.
El tranque en Navarrete por la designación de la profesora Denisse Molina como directora del distrito escolar de ese municipio, no es nada nuevo en la tradición e historia del PRM.
Un escándalo que un plantel escolar con más de 500 alumnos esté cerrado por un pleito entre dirigentes del partido de gobierno.
Han colocado cadenas y candados en las puertas de la escuela Claridilia Cepin, donde funciona el distrito escolar, y patrullas de la Policía vigilando el lugar.
En la campaña electoral, el entorno de la profesora Molina era muy bueno y aplaudido porque aportaba millones de pesos para el triunfo del PRM.
Ahora, sin importar su formación académica, ella no puede ser directora del distrito escolar 08-07 porque no es del PRM.
Por detalles como ese es que se pierde el poder.