Percibo que La Semanal le está haciendo un gran daño a la imagen y confianza del gobierno y del presidente Luís Abinader.
Un ejercicio informativo plural del jefe de Estado, pero que políticamente está afectando la administración del PRM.
En las últimas semanas, los temas de interés tratados por el mandatario han estado pasando desapercibidos.
Los problemas que impactan negativamente al gobierno son los verdaderos protagonistas actualmente en La Semanal.
El propio presidente hablando de apagones, desfalco en Senasa, préstamos y endeudamiento externo y otras dificultades.
Además, respondiendo acusaciones y denuncias de los expresidentes Leonel Fernández y Danilo Medina, de la Fuerza del Pueblo (FP) y del PLD.
Cada semana, los lunes, el presidente de la República apuntalando los problemas que afectan a su propio gobierno.
La polémica gobierno-oposición sobre los préstamos y aumento de la deuda ha puesto de manifiesto, además, la falta de un equipo de funcionarios y dirigentes del PRM que respalden al presidente Abinader.
Igual que en otros debates, los economistas y voceros del gobierno brillan por su ausencia y la repuesta del presidente a la oposición quedó solitaria.
Desde mi punto de vista, La Semanal está políticamente desviada.
Ponerla en pausa o reorientarla sería lo razonable.