Por prudencia, he preferido esperar un tiempo razonable para opinar sobre el Teleférico de Santiago.
Leo y escucho fuertes quejas y críticas por el poco uso que se le está dando a ese medio de transporte.
Es una obra en la que el gobierno hizo una inversión superior a los seis mil millones de pesos.
Aunque se le identifica como el Teleférico de Santiago, en realidad recorre un trayecto muy limitado y eso reduce la población que lo utiliza.
En su último recorrido por las zonas de construcción del Monorriel, el presidente Luis Abinader hizo una precisión sobre el uso del Teleférico que creo obliga a un espacio de espera.
Según el jefe de Estado, cuando se inaugure el Monorriel y conecte con el Teleférico en la estación central de la avenida las Carreras con Antonio Guzmán y Hermanas Mirabal, entonces el uso será más dinámico e intenso.
Como tengo mi programa de televisión en canal 25 y el Teleférico pasa por encima del parqueo de esa planta televisora, soy testigo de que ciertamente ese medio de transporte se está utilizando de manera muy limitada.
Voy a esperar la puesta en funcionamiento del Monorriel para ver si es verdad que el Teleférico no es un fracaso.
Hasta que llegue la inauguración del Monorriel, hay que admitir que se fortalece cada día la percepción de que la construcción del Teleférico como está diseñado, fue un error.
Algunos técnicos señalan que para salvar la inversión en el Teleférico, la única y urgente solución es extenderlo hacia diferentes sectores populares de la ciudad.
Ojalá que con el Monorriel, el uso del Teleférico mejore.