Son dos santiagueros admirados, respetados y servidores públicos aplaudidos por su efectividad y eficiencia.
Académicos, conductas intachables, imagen pública sobria, familias ejemplares y apreciados en amplios sectores sociales.
En los altísimos cargos públicos ocupados, se distinguen por la transparencia y los resultados altamente positivos de su trabajo.
¿Por qué entonces van a la zaga en la simpatía electoral en sus partidos y en la población?
La vicepresidenta Raquel Peña, según las encuestas que se dan a conocer, es un vuelo que no despega en el PRM.
El exsenador Francisco Domínguez Brito va a la zaga en el PLD estando en el poder y en la oposición.
Ambos tienen una coincidencia: la falta de fuertes estructuras partidarias al interior del PRM y del PLD.
Ninguno de los dos distinguidos hijos de la prestigiosa PUCMM quiere mirar para allá.
Sin embargo, ¿por qué en la población la simpatía electoral les da la espalda?
Dos figuras políticas, Raquel Peña y Domínguez Brito, que serían un lujo en la presidencia de la República.
El pueblo, que es el soberano, parece que no los tiene en su agenda.