La prudencia y la inteligencia política aconsejan hacer silencio.
Sin embargo, también es políticamente correcto azuzar, discretamente, la división de los opositores.
El alboroto y la agudización de diferencias en los dos partidos fuertes de oposición, cae muy bien al PRM.
Esos pleitos entre dirigentes del PLD y de la Fuerza del Pueblo (FP) fortalecen, sin la más mínima duda, las posibilidades de triunfo del partido de gobierno.
Yo diría, y no descubro nada nuevo, que el PRM es el gran ganador del actual pleito entre dirigentes de la FP y del PLD.
No hay que ser ducho en política para saber que, mientras más profunda es la división de la oposición, más se consolida el que está en el poder.
En ese sentido, la alegría en el PRM por lo que ocurre en la oposición, es indudablemente razonable.