LIMA, PERÚ. La VIII Cumbre de las Américas empezó ayer viernes sin la presencia de algunos de sus protagonistas más esperados.
La cita, que constituye la mayor oportunidad de Estados Unidos para promover una agenda hemisférica con el resto de la región, no tenía entre sus asistentes al mandatario estadounidense Donald Trump ni a los presidentes Nicolás Maduro de Venezuela y Raúl Castro de Cuba.
Este año el tema central es la lucha contra la corrupción.
El presidente peruano Martín Vizcarra dijo en su discurso inaugural que la corrupción “trunca los sueños de millones de ciudadanos”.
El secretario general de la Organización de los Estados Americanos, el uruguayo Luis Almagro, dijo luego que “el corrupto y el opresor son parientes cercanos: el opresor navega en las aguas de la corrupción y el corrupto oportunista no encuentra mejores aguas para navegar que en las dictaduras”.
Almagro no mencionó a ningún país en particular