Conversamos con Alex Santana, quien fuera director de Aeropuertos Siglo XXI, Aerodom, durante los atentados del 11S.
“En mi opinión la normalidad total de una operación aérea jamás se ha retomado y jamás se retomará, eso si miramos al antes de”, dice Alex Santana quien fuera director de Aeropuertos Dominicanos Siglo XXI, Aerodom cuando ocurrió el atentado a las Torres Gemelas hace 21 años.
Santana conversó con Diario Libre sobre cómo ha cambiado la industria de la aviación y los protocolos para viajar.
“Los hechos terroristas del 11 de septiembre hacen que la historia de la aviación tenga un antes y un después dos historias diferentes, se pasó del placer de viajar, del glamour, de la buena comida y la calidad de un servicio de primera al stress de tener que descalzarse, usar mocasines y pantalones con elástico, las damas sin prendas, además de ser considerado peligroso hasta que somos depurados y dignos de abordar la aeronave… digo que han cambiado las condiciones y el atractivo para viajar, pero sin estas medidas de seguridad estoy seguro que hubieran habido muchos más 9/11”, dijo Santana quien en la actualidad se desempeña como asesor aeronáutico y de líneas aéreas.
El experto iba camino a su oficina en el AILA cuando se enteró de los atentados, minutos más tarde se comenzó a elaborar un plan de contingencia.
En ese momento American Airlines, la aerolínea de los aviones que fue utilizada por los terroristas, era la línea líder en número de vuelos a Estados Unidos con aproximadamente 14 vuelos diarios entre RD y Estados Unidos, también operaban Continental Airlines, Trans World Airlines mejor conocida como TWA y US Airways. Entre todas estas aerolíneas sumaban unos 20 vuelos diarios a USA y Puerto Rico.
Inició el caos y la confusión
El caos y la confusión generalizada fue mundial, Santana aseguró que la primera orden del Departamento de Estado de EEUU a través de sus organismos de seguridad, fue hacer aterrizar todos los aviones que estuvieran en el aire al primer aeropuerto más cercano disponible, luego vino una suspensión de operaciones.
“Nadie entra ni sale de territorio norteamericano, todos los aviones fueron dejados en tierra hasta poder analizar o comprender los hechos. Casi 72 horas se tardó el poner en marcha un plan de acción, la confusión creaba situaciones casi incontrolables en los aeropuertos debido a las cancelaciones de vuelo y pasajeros que esperaban por salir, reclaman respuestas y compensaciones de las aerolíneas, hasta que dos días y medio después se empezaron reanudar los vuelos lentamente bajo estrictas medidas de seguridad”, expresó.
Santana asegura que en ese momento inició la historia del después de los atentados del 11 de septiembre en el mundo aeronáutico. Las líneas aéreas de bandera estadounidenses recibieron un instructivo de chequeo de seguridad para ser implementado inmediatamente, creando situaciones muy incomodas “para los muchos pasajeros y otros ‘dignatarios’ que se oponían más que nada a los cateos personales, todos los pasajeros, unos más que otros, se quejaban constantemente por estas molestas pero necesarias medidas”.