Para muchos hombres, los desafíos sexuales son un verdadero afrodisíaco. Romper con lo convencional les resulta más excitante y la idea de cumplir con esas fantasías que sólo han contemplado en el porno más “salvaje” es altamente seductora. Una de ellas es el sexo anal.
Y mientras nosotras podemos darnos la oportunidad de experimentar, no sin antes considerar los cuidados y precauciones que debemos tener, y si nos gustará o no, las razones más comunes por las que ellos quieren incluir esta práctica en el menú son:
1. Para empezar, fisiológicamente hablando, el ano es menos flexible que la vagina; por eso, es más estrecho y así hay más estimulación para el pene.
2. Ya que, actualmente, hay más apertura para hablar sobre cuestiones sexuales que en el pasado era impensable que así ocurriera, confían en que habrá más oportunidad de realizar esta práctica gracias a que hay más mujeres que desean vivir experiencias diferentes a las tradicionales.
Entonces, el antojo es mayor y se lanzan a proponerlo.
3. Porque penetrarnos así es más excitante y eleva su virilidad, logrando eso que “ningún otro hombre ha hecho” en el cuerpo de su chica.
Tomando en cuenta que la posición ‘doggy style’ es una del top en el repertorio masculino, entre otras cualidades, por su connotación de total dominio, el sexo anal se practica más en esta postura.
4. Porque por fin cumplen su fantasía y ahora pueden emular aquellas imágenes porno que tanto ayudaron en épocas anteriores.
