Es una pieza sin desperdicios que describe con absoluta precisión el difícil momento que atraviesa el PLD.
La de Francisco Javier García no es una simple carta de renuncia como jefe de campaña del candidato Abel Martínez.
Es una cátedra política, una aguda reflexión que contiene advertencias que, si no se corrigen con urgencia, el barco seguirá a la deriva.
«la lucha política no es muscular, es una lucha de inteligencia donde el predominio de la humildad, la tolerancia y la sabiduría que solo Dios otorga son el camino que conduce a la luz del triunfo»
«estamos enfrentando en un mismo cuadrilátero electoral a dos figuras que no son simples candidatos, sino a estadistas de experiencia que han pasado ya las pruebas de ser candidatos varias veces»
«para que una campaña electoral sea exitosa, se necesitan varios factores, pero el más importante de todos es que quien la dirija cuente con la confianza absoluta del candidato»
«es mandatorio que en una campaña electoral nunca se permita la existencia de equipos paralelos, que se manejen al margen de la Dirección Central, es decir que debe existir un solo plan y trabajar todos en la misma dirección»
«es probado que es preferible la inexistencia de un plan a que se trabaje con dos a la vez»
Son verdades irrefutables que impactan al PLD y crean desconcierto entre militantes y seguidores.