Fernando Rosa fue uno de los primeros en pisar un tribunal en el actual festival de apresamientos y sometimientos a la justicia de exfuncionarios del PLD.
Cuando entraba a una de las audiencias, al santiaguero se le atribuye, callado y discreto, decir una frase que puede considerarse lapidaria.
«No soy yo, es el partido. Cuiden el partido».
Los solidarios con Fernando parece que hicieron el mismo silencio que la alta dirigencia del PLD con la lapidaria expresión de Euclides Gutiérrez Félix.
«Si el PLD se va de ahí (del poder) esta vez vamos a ir todos a la cárcel. Hasta el presidente y yo», habría dicho el emblemático dirigente político.
Lo que ocurre con más de 60 exfuncionarios del gobierno de Danilo Medina sometidos a la justicia por corrupción, ahora no debería escandalizar al partido morado.
Era voz populi desde la misma campaña electoral del 2020 cuando ya se filtraban informaciones sobre el Ministerio Público que se estructuraría para «marcharle al PLD».
¿Qué al PLD nadie lo destruye? Eso aparenta exceso de optimismo y un razonable esfuerzo para levantar los ánimos morados.
Las advertencias se hicieron con tiempo, pero la reacción parece que llega muy tarde.