Las Mypimes cuentan con un enorme potencial para desarrollarse como proveedoras de bienes y servicios al sector turismo dominicano, pero confrontan trabas sensibles en diversas áreas que afectan su competitividad.
El estudio al que hiciéramos referencia en la primera entrega de este trabajo y que fuera desarrollado por el Ministerio de Industria, Comercio y Mypimes, recoge valiosas informaciones respecto a cómo enfocan actores del sector las debilidades y limitaciones que frenan su despegue.
La casi generalidad de estos, que fueron consultados para los fines de la investigación, identifica como su principal limitación el largo tiempo que deben esperar para recibir los pagos por la oferta de sus bienes y servicios, que rondan los 90 días, lo que crea problemas de liquidez para abastecer sus inventarios.
Según narran, la situación les obliga a recurrir a préstamos con altos intereses como único medio para cumplir sus compromisos, pero que crea una considerable merma en sus beneficios.
Se cita el caso de algunas Mypimes del polo turístico del Este, específicamente en la zona de Bávaro-Punta Cana, que se ven obligadas a vender sus facturas a empresas en la zona, que se dedican a la compra de deuda, lo cual les permite financiarse para seguir adquiriendo insumos para sus empresas.
“Esto representa un costo adicional para estas empresas, lo que disminuye el margen de beneficio de cualquier actividad. Algunos reportaron que “sino tienen alguien dentro del hotel que te mueva las facturas es difícil que te paguen a tiempo”, indica.
Otra de las trabas identificada por los dueños de pequeños y medianos negocios, tiene que ver con el pago de impuestos internos y de aranceles, lo que consideran como una limitante que frena el desarrollo del sector y su participación en el turismo. Según se reporta, el pago del ITBIS mensualmente contra facturas que se cobran 90 días después, afecta su margen de ganancia significativamente, pues no siempre poseen la liquidez adecuada para saldar estos compromisos.
Es justo por esa razón que abogan por un régimen especial de impuestos para sus empresas, que abarque cambios en la política de pagos, así como en las tasas y que les permita lograr un mejor resultado financiero.
“En las indagaciones se pudo constatar una barrera de acceso de alto impacto: la falta de conocimiento de las empresas hoteleras de los posibles suplidores de su entorno, un elemento clave para estas pequeñas unidades mejorar su participación en el mercado. Algunos emprendedores dijeron que lograr una cita y dar a conocer sus productos y servicios les resulta muy cuesta arriba, ya que no confían en la oferta que puedan hacerse”, cita el estudio.
Agrega que “algunos manifestaron que perciben un monopolio en las cadenas hoteleras, ya que les dejan solo los trabajos de menor cuantía a los suplidores locales, mientras que las grandes instalaciones la obtienen allegados a las
empresas hoteleras, que no dejan ningún aporte a la economía local, puesto que “lo traen todo de fuera”.
La citada práctica cobra cuerpo también en lo que respecta a las licitaciones públicas que realizan empresas y en las que a las Mypimes se les hace imposible competir contra otros grandes suplidores nacionales, “ya que no pueden ofrecer un precio similar por sus productos y servicios, lo cual ven como una traba que les impide desarrollarse”.
Señalan entre las dificultades, además, lo que tiene que ver con la elaboración de cotizaciones o propuestas de servicios, que tienden a ser muy costosas para algunas Mipymes, así como el hecho de que los tiempos de aprobación de las cotizaciones suelen ser muy largos, lo cual repercute en cambios de precios desde la fecha de la propuesta a la fecha de ejecución.
Se quejan de la falta de créditos blandos tras alegar que la banca solidaria les exige muchos requisitos para optar por los montos que necesitan en su inversión y que a veces, la necesidad de liquidez los lleva a financiarse a tasas más elevadas, afectando su competitividad.
El estudio identifica entre otras debilidades del sector lo relativo a la necesidad de personal capacitado, sobre todo en tecnologías actualizadas y la falta de equipos de transporte que les permita trasladar los materiales requeridos por los hoteles. Sostiene que la carencia de personal capacitado, motiva a las grandes cadenas hoteleras a importar mano de obra y suplidores desde otros lugares, puesto que no tienen cómo cubrirlas con el mercado local.
En lo que respecta a la falta de equipos de transporte, afirma que la situación incrementa los costos pues deben recurrir a alquileres y arrendamientos de estos medios de transporte.
En una entrega final abordaremos las trabas que tienen que ver con otras áreas y que atrofian el crecimiento del espacio de participación de las Mypimes en el sector turismo.