La Semana Santa nos encuentra esta vez, con luto nacional tras la tragedia que ha cobrado hasta el momento, la vida de 231 personas, situación que llevó al gobierno a emitir una serie de regulaciones en el feriado.
La tragedia ocurrida la madrugada del martes 8 de abril en el Jet Set nos transformó como sociedad. No bien hemos sufrido una serie de desastres naturales, y unas que otras desgracias estructurales y explosiones, nada se compara a la magnitud de este evento. La pena que nos abraza como sociedad es muy fuerte, mucho más estremecedor ha de ser el dolor que llevan las familias de las personas afectadas y fallecidas.
En la Semana Santa, muchos aprovechan para reflexionar, para acercarse a Dios y autoevaluarse, otros aprovechan para vacacionar, disfrutando de ríos, playas y otras opciones que nos ofrece la madre naturaleza.
Por lo ocurrido, el gobierno ha tomado una serie de medidas que restringen las actividades en lugares públicos, las fiestas en ríos, playas y las tradicionales fiestas en centros privados.
Entre reflexiones, recogimiento y luto, pasaremos la Semana Santa.