Los cuartos de la Junta
Por: Luis Córdova
La Junta Central Electoral adornó su reclamo de dinero, comunicando su calendario básico, es decir, las fechas de las próximas elecciones.
Pero resulta que esas fechas, dispuestas en la constitución, no son noticia en sí misma. El tema es dinero.
De nuevo el tremendismo de que “es un riesgo para la organización de las elecciones de 2024 que el Estado piense que se pagan en el 2024”.
A cada presidente de ese órgano constitucional le ha correspondido decir lo mismo, algunos en octubre y otros en noviembre, pero le susurran a los legisladores que el suyo es un “presupuesto razonable y prudente pero debe ser ejecutado en el 2023”.
Hasta ahí las cosas iban bien porque no se habían salido del guión. Donde no nos gustó fue la incorporación de un tremendismo que puso en cuestionamiento nuestra infinita capacidad de soportarlo todo: “nos debemos a un pueblo que no perdonará errores, por eso estamos trabajando con tiempo junto a los partidos, agrupaciones y movimientos políticos para en agosto de 2024 poder exhibir, con la frente en alto, todos y todas unas elecciones justas y que sus resultados sean aceptados y respetados”.
No, señores de la Junta. Nosotros, el pueblo anónimo y fiel tributador, tristemente lerdo, puede perdonar que se roben elecciones, que se suspendan y que se roben el reclamo ciudadano para hacer política siempre que les convenga a un grupo determinado.
Que se busque el dinero de la Junta, pero que esta no cuestione la bien ganada fama de pendejos que hemos labrado por años de pagar impuestos sin que nos rindan cuenta y de hacer millonarios y más millonarios a políticos de todos los colores y sabores.