Muy atinada la posición del presidente Luís Abinader sobre la competencia por la candidatura presidencial del PRM.
Mantenerse al margen de esa contienda interna «por el momento», es una postura correcta del mandatario.
Despeja dudas y envía un mensaje positivo a su Partido Revolucionario Moderno (PRM) y al país.
El líder debe ser árbitro, el rol en su partido debe ser el equilibrio y velar siempre la unidad.
Eso recuerda al presidente Leonel Fernández en el 2012 cuando su entonces esposa, Margarita Cedeño, quiso disputarle la candidatura presidencial a Danilo Medina.
Leonel fue árbitro, preservó la unidad del PLD, se integró a la campaña electoral y Danilo ganó.
En ese aspecto, la experiencia negativa fue el presidente Medina en el 2020.
Danilo se atrincheró con un sorprendente sectarismo con un aspirante interno, Gonzalo Castillo, el PLD se dividió y perdió el poder.
Si el presidente Abinader mantiene firme la posición de colocarse al margen de la competencia por la candidatura presidencial del PRM, sería el garante de la unidad interna.
Eso, además, fortalece la posibilidad de que el jefe de Estado sea el nuevo presidente del PRM.
Se aprende de experiencias positivas y negativas.