Por: Luis Córdova
No es posible explicar la historia dominicana sin magrear hojas de tabaco. Al inicio de su gestión, en el primer concejo de gobierno realizado en Santiago, el presidente Abinader depositó en manos del ministro de Industria, Comercio y Pymes, el Lic. Victo -Ito- Bisonó, un encargo de grandes dimensiones: la recuperación de ese sector.
Antes del año, en otro evento en la ciudad corazón, se exhibía un compendio con las gestiones, tareas desarrolladas y logros que confirmaban el inicio de una nueva etapa.
Al poco tiempo un nuevo evento, esta vez un Festival, recoge dos dimensiones importantes: lo económico, por la fortaleza de una cita que puso en el mapa de los tabaqueros nacionales y extranjeros un municipio como Tamboril, con el consecuente aplauso de las iniciativas de los gobiernos, central y local; y la dimensión cultural, pues el mandatario anunció que la nombrada “capital mundial del cigarro”, contará con un centro cultural y museo para la consolidación de sus atractivos.
Lo que antes era puro humo, hoy es realidad. Ambos, presidente y ministro, de estirpe santiaguera, han sabido cumplir. Están conscientes de que Santiago es Santiago… lo demás es puro humo.